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Pedro Sánchez arropa a Idoia Mendia durante la última campaña vasca. efe

El pacto PNV-PSE, un bálsamo para Moncloa en un momento muy delicado

Tras el acuerdo europeo, Sánchez encadena otra «gran noticia» que le permite centrarse a fondo en el Presupuesto y en el avispero catalán

Lunes, 7 de septiembre 2020, 00:02

El efecto comparación es, quizás, el mejor aliado con el que se ha encontrado el PNV en estos últimos y agitadísimos años en la España ... de la moción de censura. Uno puede ser bueno o malo, pero el de enfrente puede hacerte incluso mejor, o peor, de lo que eres. El gran aliado de los jeltzales se llama Cataluña, su obsesión independentista.

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Paradójicamente, la grave crisis territorial abierta ha jugado en favor del PNV en Madrid, cuya ascendencia ha crecido considerablemente. Su 'leitmotiv' a la hora de lidiar con Moncloa es sencillo: «Nosotros podemos ser como ellos, pero no lo vamos a ser. Tampoco lo pretendemos. Eso sí, necesitamos que nos ayudéis para no vernos obligados a echarnos al monte». En eso estaban, en eso están y en eso estarán, porque el acuerdo con el PSE para el nuevo Gobierno de coalición en Euskadi supone un remanso de paz para Pedro Sánchez. Un bálsamo en el peor momento, como confiesan fuentes gubernamentales. «Es una gran noticia», ensalzan.

Que el PSOE ha colocado al PNV y, en concreto, a Iñigo Urkullu como el ejemplo a seguir en la batalla nacionalista se evidencia, por ejemplo, en declaraciones como las del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page. «La presencia de Urkullu con una actitud educada tiene un valor. Ha puesto de manifiesto que la Generalitat de Cataluña no es que esté en España, es que está en otro planeta. Para poder reclamar y hacerte escuchar hay que estar en los sitios», sentenció en relación a la presencia del lehendakari en la Conferencia de Presidentes celebrada el 31 de julio en La Rioja. Y eso que Urkullu amenazó con no ir si no daban al Gobierno vasco lo que querían y habían acordado previamente.

Que en Madrid están encantados con la nueva realidad política vasca lo evidencia, también, la declaración que el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, realizó en Gernika el mismo sábado tras asistir a la solemne jura de investidura. «Confío en que todos nos miremos un poco más en el acuerdo que se ha materializado en Euskadi y que sea el primer paso hacia el acuerdo general importante que está reclamando la sociedad española», zanjó antes de poner el pacto PNV-PSE de «ejemplo» a seguir.

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Marlaska, que acudió a la jura de Gernika, puso el pacto vasco como «ejemplo» a seguir en la politica española

Desafío independentista

Son varios los motivos que sustentan la satisfacción de Moncloa. Primero, el momento en el que llega este acuerdo, en plena crisis total. Todo parece venirse abajo en cuestión de horas. La economía, la sanidad, el Gobierno de coalición, la Monarquía, la España de las autonomías... Las alegrías de Pedro Sánchez en estos primeros meses de mandato se cuentan con los dedos de una mano y tras el acuerdo europeo para recibir fondos europeos, el acuerdo vasco es uno de los grandes hitos que marcan el relato de Moncloa: pacto entre diferentes (nacionalismo) para centrarse en lo importante (Presupuestos) y respetando las reglas de juego (Cataluña).

Esto es importante. El desafío independentista catalán está cobrando de nuevo enorme fuerza y el Gobierno central se teme una nueva embestida legal aprovechando la probable inhabilitación de Torra. Por mucho que Sánchez y Gabriel Rufián pacten la reactivación de la mesa de diálogo, el todavía presidente no está por labor. ¿Qué hará ERC?

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Aquí es donde se juega la partida y donde Euskadi puede estar muy presente como ese modelo a seguir del que hablaba Marlaska. Un pacto Esquerra-PSC podría cambiarlo todo... O no.

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