Muere el histórico dirigente socialista Enrique Múgica por coronavirus

Sólo el tiempo evidenciará la verdadera dimensión de la dureza de una pandemia que en apenas un día es capaz de fulminar a tantas personas como ETA asesinó en su medio siglo de historia criminal. Una de las últimas víctimas ha sido el histórico dirigente socialista Enrique Múgica Herzog, que falleció la madrugada de ayer a los 88 años víctima de la Covid-19. El exministro de Justicia con Felipe González, que superó duros golpes como la pérdida de su hermano Fernando asesinado por ETA el 6 de febrero de 1996, no ha podido ganar la batalla contra este virus letal.

El PSOE, a través de sus cuentas en las redes sociales, mostró desde la madrugada todo su dolor por la noticia. «Inmensa tristeza por el fallecimiento de Enrique Múgica. Gran defensor de la democracia, jurista y político, precursor y una de las personalidades más relevantes del socialismo. Nuestro pésame a su familia en estos duros momentos. Hasta siempre, Enrique. Goian bego». Ya por la mañana, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le recordaba en Twitter: «Ha muerto Enrique Múgica. Un referente socialista, un hombre que dedicó toda su vida a defender la democracia y la libertad. Nos deja una gran tristeza pero también el legado más valioso: un país mejor. Hasta siempre. Goian bego». También Idoia Mendia, secretaria general del PSE, mostró sus condolencias en esa red social: «Los socialistas vascos y españoles hemos perdido una referencia irrepetible».

Es verdad que, formalmente, había dejado la militancia del PSOE en el año 2000. Lo hizo para ser nombrado Defensor del Pueblo -ambos puestos eran incompatibles-, después de que los socialistas y el PP, en una era en la que reinaba el bipartidismo e incluso unos mínimos consensos de Estado, acordasen su elección en un pacto que a día de hoy parecería una quimera. Y es que su capacidad para tejer puentes entre diferentes fue una de sus cualidades más destacadas. Por los suyos y por los adversarios, como se demostró este sábado con las numerosas condolencias transmitidas por líderes del PP, desde José María Aznar a Pablo Casado.

Lo fue casi todo en política, sobre todo, uno de los fieles escuderos de aquel primer PSOE de Felipe González en cuyo sanedrín asumió cargos como el de ministro de Justicia en 1988. En aquella bancada ministerial del Congreso se sentaba el presidente, a su izquierda Alfonso Guerra e inmediatamente después, Enrique Múgica. Nació en San Sebastián el 20 de febrero de 1932. Comenzó su prolija trayectoria política durante sus años de estudiante de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, en 1953 se afilió al Partido Comunista y estuvo preso en la cárcel de Carabanchel por la represión franquista.

A causa de su actividad política volvió a ser detenido en 1959 y en 1962. Ese año fue condenado en Consejo de Guerra a 6 años de prisión. Cumplió 22 meses de condena. Durante su estancia en la cárcel abandonó el PCE por discrepancias ideológicas y se afilió al PSOE. En total, pasó cuatro veces por la cárcel, sumando dos años y medio de prisión. Miembro de la Comisión Ejecutiva socialista desde 1967, en 1974 fue elegido secretario de Coordinación del PSOE en el Congreso de Suresnes.

En las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio de 1977, logró el acta de diputado del PSOE por Gipuzkoa, renovando su escaño por el mismo partido y la misma circunscripción en los sucesivos comicios hasta el año 2000. El 8 de julio de 1988, fue nombrado ministro de Justicia en el Gobierno de González, sustituyendo a Fernando Ledesma. Múgica ocupó el cargo hasta marzo de 1991.

El mayor golpe de su vida lo recibió en 1996, el 6 de febrero. En aquella época, una de las pandemias era vasca y se llamaba ETA. En plena campaña para las generales del 3 de marzo, los terroristas asesinaron a su hermano Fernado Múgica Herzog de un tiro en la nuca en San Sebastián y en presencia de su hijo, José María, quien se dio recientemente de baja del PSE por sus discrepancias con la actitud y la relación que su ya expartido mantiene con la izquierda abertzale.

En la Casa del Pueblo de San Sebastián, durante el velatorio de su hermano en aquel 1996, el exministro lanzó un aviso a navegantes. Si pretendían acallarle, habían conseguido todo lo contrario. «Ni olvido ni perdono a los asesinos, a los que los han impulsado, a los que han levantado su mano, a los que defienden o exculpan a ETA y la violencia callejera». El 26 de julio de 2006, la Audiencia Nacional condenó a Javier García Gaztelu, 'Txapote', a 82 años, como autor del asesinato de Fernando Múgica.

Tras superar este duro episodio, Enrique volvió a ser elegido diputado socialista en los comicios de marzo de 2000, pero fue sustituido por Elvira Cortajarena al tomar posesión como Defensor del Pueblo, cargo que ocupó durante dos mandatos consecutivos.