Urkullu avisa de que la red ferroviaria de la UE no puede depender del «capricho» de Francia
Macron evita comprometerse con el lehendakari pero le dice que la conexión del TAV con el país galo está «sobre la mesa»
La cumbre del recién constituido 'lobby del Norte', el pasado lunes en Vitoria, no ha sido el único altavoz para denunciar los «gravísimos incumplimientos» del ... Elíseo en la conexión de la alta velocidad francesa con Euskadi y para instar a acelerar las obras, tras postergar el Ministerio de Transportes galo la línea Burdeos-Dax hasta 2042, sin fecha para la extensión hasta Hendaia.
Este viernes le tocó el turno al Parlamento vasco, donde el lehendakari Urkullu aprovechó las preguntas de la oposición en el pleno de control para lanzar un SOS en toda regla ante el riesgo de que Euskadi, y por ende toda la cornisa cantábrica, pierdan competitividad e influencia y queden descolgadas frente al desplazamiento hacia el Este del centro de gravedad económico en Europa. «El giro de ejes no nos va a traer nada bueno», llegó a decir.
Un negro panorama que solo se podrá evitar, advirtió, si se mantiene la apuesta por la interconexión ferroviaria europea. Fue en este punto en el que el lehendakari, que preside ahora la comisión del Arco Atlántico, aprovechó para cargar con inusitada virulencia contra el presidente francés, Emmanuel Macron, al que acusó no solo de incumplir sus compromisos sino de «quebrarlos de forma flagrante» dejando así al descubierto «las incongruencias del Estado francés».
El mensaje pretendió ser, además, un reproche para Pedro Sánchez por no presionar lo suficiente para garantizar el cumplimiento de los acuerdos de la cumbre hispano-francesa de enero y, sobre todo, una llamada de atención a Bruselas. «Europa no puede permitirse que su conexión ferroviaria, una de las apuestas más importantes del continente, dependa de los caprichos de un Estado miembro», advirtió Urkullu, que insistió en que «una materia tan delicada» no debe estar «expuesta a tantos cambios, a tanta improvisación». «Sencillamente, no es serio», remachó.
El malestar es profundo porque el análisis que se hace en Ajuria Enea es que Euskadi, y el resto de comunidades atlánticas, afrontan un «momento crítico» en el que, si no dan «pasos al frente» podrían quedarse «fuera de juego». «Es hora de revertir esta situación. El Arco Atlántico debe mantenerse conectado a Europa», subrayó, convencido de que «los Pirineos no pueden ser una frontera, sino un eje para nuevas oportunidades».
La profunda preocupación en Lakua ha cristalizado ya en la foto con los presidentes de Galicia, Asturias y Cantabria e impregnará también, el próximo lunes, la reunión de la Eurorregión Nueva Aquitania-Euskadi, en la que estarán presentes la presidenta navarra María Chivite y el aquitano Alain Rousset. Y, cómo no, ha tenido también reflejo en las cartas que Urkullu ha enviado esta misma semana, tanto a Sánchez como a Macron, que sirven de acuse de recibo de su respuesta a las que ya les envió en enero, en vísperas de la cumbre de Barcelona, para instarles a cumplir las exigencias de la Comisión en matera de conexiones transfronterizas, tanto de transporte como energéticas y, en definitiva, presionar para culminar el corredor Madrid-Vitoria-Dax-París antes de que acabe la década.
Según desveló este viernes el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, mientras Sánchez sí ha mostrado su compromiso explícito con la conexión de la 'Y vasca' con Francia, Macron ha evitado adoptar «compromisos concretos», aunque sí ha asegurado al lehendakari que la conexión transfronteriza por tren está «sobre la mesa» y «debe ser analizada». En concreto, según ha podido saber este periódico, la respuesta del presidente galo a la primera misiva se recibió en Lehendakaritza el pasado 6 de marzo.
Macron recordaba que en la cumbre hispano-francesa ambos países acordaron reforzar la cooperación transfronteriza «con el fin de promover y fortalecer el bienestar, el crecimiento y el progreso en las áreas involucradas» y que tanto el Tratado de Amistad como la declaración conjunta adoptada en el cónclave incluyen compromisos para «reforzar las interconexiones y la movilidad».
En ese contexto, Macron traslada a Urkullu que puede «tener la certeza» de su «plena movilización» para «contribuir al fortalecimiento de la relaciones entre los territorios fronterizos franco-españoles». También dice haber «tomado nota» de la disponibilidad del lehendakari para discutir esos asuntos, aunque evita hablar de plazos o mencionar el retraso de las obras para la construcción del Corredor Atlántico de alta velocidad.
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