La Justicia asesta un duro golpe a los críticos de EA

Este juicio se inició después de que Ramírez y los coordinadores de Álava, Gipuzkoa y Navarra, Iratxe López de Aberasturi, Mikel Goenaga y Miren Aranoa, denunciaran que se había vulnerado su derecho a participar en las primarias al no tener acceso a todos datos de los afiliados. Las elecciones no se llegaron a celebrar porque Ramírez no superó el corte de los avales. Según su equipo, porque la dirección actuó de manera irregular poniendo trabas a la hora de acceder al censo y según el sector oficial porque simplemente no logró el apoyo suficiente de los militantes. Para defender sus respectivas posturas, ambas partes aseguraban contar con el respaldo de diferentes órganos internos.

En un contexto de absoluta fractura, Eba Blanco, parlamentaria y miembro de la Mesa de la Cámara, fue elegida el pasado otoño como sucesora de Pello Urizar. Un nombramiento que el sector crítico nunca ha reconocido y que terminó en los tribunales. Y fue ayer cuando se hizo público que la Justicia apoya los planteamientos de la dirección y rechaza los esgrimidos por los críticos.

¿Acabará aquí la pelea? No lo parece. Los críticos aseguraron ayer que la decisión final es «incoherente» con algunas de las precisiones que hace la propia jueza en el auto y calificaron como «una mala noticia para la democracia interna que la sentencia valide la exclusión de Ramírez como candidato a la secretaría general sin que se dé a la afiliación la oportunidad de decidir».

En el lado opuesto se situó la dirección. «Esperamos que los cuatro afiliados que han demandado a EA sin razón cierren la puerta a la vía judicial de una vez por todas». Los críticos tienen un plazo de 20 días para decidir si recurren el fallo judicial. En caso de que no lo hagan, Eba Blanco será oficialmente secretaria general de EA. Pero el problema difícilmente desaparecerá porque la fractura interna es total y las posibilidades de reconciliación, escasas.