El juez revoca el tercer grado del etarra que intentó atentar contra Iturgaiz

Martínez Ahedo y Bilbao Gaubeka lograron la semilibertad a mediados de mayo. La Fiscalía recurrió y apenas un mes después el juez ha anulado la decisión avalada por la junta de tratamiento de Basauri. El auto firmado por el juez José Luis Castro, remitido a Bilbao Gaubeka y criticado por Etxerat, está fechado el 21 de junio.

El magistrado valora que sobre él «son muchos los datos positivos: comportamiento, antigüedad de los hechos, avanzado cumplimiento de condena, notas meritorias, haber participado exitosamente en salidas, relación con internos y personal», pero también recuerda «la especial gravedad de los delitos» y revoca la progresión por «la ausencia de permisos que permitan valorar su adaptación» y porque «empatiza con las víctimas pero no lo personaliza».

Estas dos progresiones de grado forman parte de un listado de 18 reclusos que han podido acceder al régimen de semilibertad desde que la gestión de Prisiones depende del Gobierno vasco. Las concesiones de estos terceros grados se han realizado hasta ahora en un total de cuatro tandas.

Una primera con ocho reclusos, una segunda con tres, una tercera en mayo con cuatro presos y la última, la semana pasada, que supone tres mejoras de grado y amplía el segundo grado para que pueda acudir a un programa de reinserción el recluso Asier Carrera Arenzana, el etarra condenado por activar la bomba que mató a Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez.

Carrera Arenzana ingresó en prisión en noviembre del año 2000 tras ser condenado a 30 años por activar la bomba que acabó con la vida del político socialista Fernando Buesa y el ertzaina que le escoltaba, Jorge Díez. En este tiempo, según los informes enviados por el Gobierno vasco, ha redactado manuscritos donde reconoce el daño y el dolor causado y muestra empatía hacia sus víctimas.

De los ocho primeros avances -los únicos que eran públicos hasta ahora-, la Audiencia Nacional sólo planteó objeciones en el caso del histórico dirigente de la banda José María Arregi Erostarbe, 'Fiti'. El resto de mejoras de grado se han tramitado en un contexto de absoluta discreción y, hasta ahora, no se sabía nada de ellas.

Una de las grandes interrogantes es qué diferencia las progresiones que prosperan, que son la mayoría, y las que están siendo revocadas por la Fiscalía y la Audiencia Nacional. El Gobierno vasco ha reiterado que se rigen «exclusivamente por criterios técnicos, individualizados y jurídicos sólidamente argumentados desde el respeto institucional».

La izquierda abertzale y las diferentes asociaciones de familiares de presos de ETA sostienen, sin embargo, que el Ministerio Público y la Audiencia Nacional -en especial algunos de sus miembros- se han convertido en un «tapón» al exigir una petición de «perdón» expreso de los reclusos de la banda para poder progresar de grado.