Borrar

El deterioro de la política se manifiesta imparable cada día en España. Quienes más deberían prestigiarla, aquellos que ostentan las más altas responsabilidades, son los ... que la baquetean con mayor empeño. No se trata de un fenómeno estrictamente local: los populismos reduccionistas se abren paso por doquier contaminando a los partidos tradicionales no sólo con su estilo zafio sino incluso con sus políticas de sal gorda. Paradójicamente, la pujanza de las alternativas más radicales se debe, en buena medida, a la inacción, la desidia o el fracaso en determinados ámbitos de quienes han encabezado el sistema político durante décadas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Ruido sordo