La irrupción de Illa agita una campaña catalana en la que no repite ningún candidato
La designación del ministro de Sanidad como aspirante del PSC supone el último cambio respecto a la fotografía de diciembre de 2017
david guadilla
Domingo, 3 de enero 2021, 00:12
Tres años después de que acudiesen a las urnas a finales de 2017 sacudidos aún por la decisión de Mariano Rajoy de activar el 155, ... los catalanes se enfrentan a la cita del próximo 14 de febrero en un escenario sino tan convulso como el de entonces, casi. La demostración de que la realidad de Cataluña va más rápido de lo que puede digerir la política es que ninguna de las principales fuerzas repite candidato. Inhabilitados, encarcelados, purgados o intentado mantener vivo su proyecto... Este es el punto en el que se encuentran la mayoría de los que fueron cabeza de cartel hace apenas tres años.
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El último ejemplo ha sido el del nombramiento de Salvador Illa como aspirante del PSC. Hasta solo unas horas antes de que fuese anunciado el relevo de Miquel Iceta, todos los protagonistas afirmaban que no habría sorpresas. Que el líder del PSC volvería a intentar llegar a la Generalitat. Luego se ha sabido que el recambio estaba pactado desde mediados de noviembre. Y eso en el mejor de los casos, porque no son pocas las voces que creen que la designación de Illa como ministro de Sanidad hace justo un año formaba parte del plan. Una forma de situarle en primera línea para darle a conocer y hacer su rostro más mediático. La pandemia no habría hecho sino ayudar.
Pero la situación de los socialistas catalanes no es nada si se compara con la de Ciudadanos. Aunque parezca muy lejano, fue el partido que ganó las elecciones de 2017. Pero desde entonces los problemas no han dejado de crecer. Inés Arrimadas, tras su salto a Madrid, dejó el puesto a Lorena Roldán. Ganó las primarias de forma apabullante, pero las encuestas no pintaban bien y se decidió reemplazarla por Carlos Carrizosa. El pasado miércoles Roldán anunció que se pasaba al PP, que tiene como candidato a Alejandro Fernández en lugar de Xavier García Albiol, quien se dio un batacazo en 2017 y ha resucitado políticamente como alcalde de Badalona tras una carambola.
Pugna en el nacionalismo
La irrupción de Illa ha sacudido la campaña catalana porque aviva aún más el debate sobre un posible intento de formar un tripartito con ERC y los 'comunes'. Los republicanos insisten en que su 'plan A' sigue siendo un pacto con las formaciones que defienden el derecho a decidir.
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Esta apuesta la ha remarcado Pere Aragonès, actual presidente de la Generalitat tras la inhabilitación de Quim Torra. El sustituto del encarcelado Oriol Junqueras como candidato de ERC es la gran esperanza del partido para superar por primera vez a JxCat. Todas las encuestas indican que lo lograrán, pero también lo decían en 2017 y al final ganó Carles Puigdemont.
Carles Puigdemont vuelve a ser el 'número uno' de JxCat, pero es de forma simbólica porque la 'real' es Laura Borràs
En teoría, vuelve a presentarse como cabeza de lista, pero es un gesto simbólico porque sigue refugiado en Waterloo. La candidata es Laura Borrás, que hace campaña cogiendo la bandera de las esencias nacionalistas y defendiendo la vía unilateral, el 'procés' y la ruptura con el Estado.
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Un discurso que ha provocado que algunos sectores que orbitaban alrededor de JxCat se hayan separado de este proyecto. Es el caso del PDeCAT. El partido de Artur Mas es una de las principales incógnitas. Quiere representar a un soberanismo más pragmático. Las encuestas por ahora le son muy poco favorables y le dan una representación exigua. Su candidata es la exconsellera Àngels Chacón.
En una situación igual de peligrosa están los 'comunes'. Su candidato en 2017 fue Xavier Domènech. Ahora lo será Jessica Albiach. A ellos habría que sumar la CUP, con Dolors Sabater, e incluso Vox. Los sondeos vaticinan que la primera ganaría peso y los segundos entrarían por primera vez en el Parlamento catalán.
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