Iriarte reclama soluciones para Euskadi «sin esperar a Madrid»
Reprocha al lehendakari que no apoye a los presos de ETA y que su gobierno genere «inestabilidad» y «desigualdad»
Un pacto de las fuerzas nacionalistas vascas para «hacer políticas de estado pese a no ser un estado». La portavoz parlamentaria de EH Bildu ... Maddalen Iriarte se ha ofrecido al lehendakari para acabar la legislatura de la mano y hacer frente a «lo que se viene encima». Alusión, no ha sido la única durante el Pleno de Política General, a un inminente periodo de recesión que auguran los indicadores. La respuesta a la crisis, según Iriarte, debe ser inmediata y pasa por buscar «soluciones excepcionales sin esperar a Madrid».
La portavoz soberanista, que los últimos días venía advirtiendo del riesgo de «contagio» de la crisis sociopolítica que afecta a España, ha insistido en que formar parte del Estado es «una hipoteca para Euskal Herria» que el Gobierno vasco no hace por quitarse de encima. «Tenemos las manos atadas porque no tenemos la soberanía», ha reivindicado. «Tiene que decidir», ha instado al lehendakari, «¿quiere ser el presidente de una comunidad autónoma de España gestionando las migajas que le dejan o el líder de este pueblo?».
Aunque EH Bildu se ha ofrecido para pactar los Presupuestos de 2020 e impulsar políticas sociales para «ciudad a la gente», lo cierto es que la gestión del Gabinete Urkullu no le gusta en absoluto. Maddalen Iriarte no ha escatimado en críticas. Ha reprochado que el Ejecutivo vasco «solo hable de tren –las obras del TAV– y unas pocas transferencias», que «ha incrementado la desigualdad y la pobreza», que mantiene una política fiscal «que lastra la recaudación», y que desarrolla unos planes medioambientales y de investigación «insostenibles». «Es curioso, se venden como el gobierno de la estabilidad pero solo generan inestabilidad y hemos entrado de lleno en una época muy oscura», ha lanzado.
Acercamiento crítico
El crítico acercamiento de los independentista al PNV ha incluido dos reproches directos a la gestión personal de Urkullu. El primero, por no defender el pacto para reformar el Estatuto, de hondo calado soberanista, que alcanzaron los jeltzales y EH Bildu el año pasado. Maddalen Iriarte lo ha calificado como «el acuerdo más importante que ha salido del Parlamento en años», y ha exigido a Urkullu que en su afán por sumar a las fuerzas constitucionalistas «no les dé capacidad de veto y desnaturalice» el texto original.
La segunda crítica ha llegado a cuenta de los presos de ETA. Urkullu había pedido a EH Bildu una crítica explicita de la violencia terrorista, pero Iriarte se ha limitado a reclamar una solución «integral» para la convivencia «que respete los derechos de todas las víctimas y de los reclusos». En ese sentido, ha recordado al lehendakari que conseguir beneficios para los presos una vez que se han acogido a la legalidad vigente «también es su labor».
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