El Gobierno vasco denuncia un retraso «alarmante» en las obras del TAV y duda de que se culmine en 2023

La fecha de apertura de la 'Y' vasca vuelve a estar en el aire. 2023 empieza a aparecer ya como un horizonte complicado de cumplir... e incluso también 2024. El Gobierno vasco lo sabe, y esta tarde ha realizado un contundente llamamiento a Fomento para que acelere «mucho» las labores. El viceconsejero de Transportes, Antonio Aiz, ha denunciado el «alarmante retraso» que acumulan las obras del TAV y ha reprochado a Moncloa que esté «discriminando» los trabajos en favor de otros proyectos del AVE, como los del corredor mediterráneo o los de Granada. También ha reclamado un pacto de Estado que blinde la ejecución del trazado ferroviario ante procesos electorales como el actual, que está provocando un nuevo parón en unas obras que arrastran ya una demora descomunal.

La crítica de Aiz se ha producido durante su intervención en un acto que ha compartido en Barcelona con otros representantes autonómicos y el secretario general de Infraestructuras de Fomento, Julián López Milla, a quien ha pedido que «garantice» que los plazos fijados para culminar el TAV se van a cumplir. Algo harto complicado a estas alturas, como deslizó hace apenas dos días la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras Arantxa Tapia. En un encuentro con agentes económicos aseguró que si los procedimientos no se abrevian -solapar fases administrativas y constructivas- la obra de la 'Y' vasca podría alargarse «hasta 2030». Supondría un auténtico despropósito si se tiene en cuenta que la primera piedra del trazado se colocó hace ya 13 años.

El Gobierno vasco aprovecha para quejarse en un momento político clave. Pedro Sánchez trata de amarrar estos días los votos necesarios para garantizarse la investidura, entre ellos los del PNV, y el malestar que evidencia el Ejecutivo no va a caer en saco roto. Amenaza con tener consecuencias para el PSOE. La materialización del TAV lleva años siendo una de las prioridades marcadas por los nacionalistas en sus negociaciones con los sucesivos gobiernos centrales.

Para que no quede duda de que el órdago es de primer nivel, Aiz, centrado habitualmente en cometidos técnicos, ha enarbolado hoy un discurso excepcionalmente duro y de hondo calado político contra el Estado, al que ha acusado de desarrollar una planificación «errónea» con las obras del AVE que, a juicio del Ejecutivo vasco, prioriza rutas «que van a ninguna parte» en detrimento de la 'Y' vasca. El tramo Madrid-Vitoria-Dax de alta velocidad está considerado por la UE como un corredor prioritario de la red europea, pero sigue sin culminarse. Y ahí se abre otra puerta a nuevos problemas: si los retrasos siguen acumulándose Bruselas puede sancionar a España y reclamarle que devuelva los más de 500 de millones de euros que ha recibido para acelerar el TAV.

Pese a que la ejecución del trazado de la 'Y' vasca avanza a un ritmo razonable, al Gobierno autonómico le preocupa sobremanera el soterramiento de las estaciones de Bilbao y Vitoria. Consideran que Fomento «se ha relajado» y que la falta de avances durante los últimos meses hacen muy difícil que puedan estar listas en el plazo marcado, para finales de 2023. En el caso de la capital vizcaína, el Ejecutivo central aprobó el estudio informativo -primer trámite burocrático- el pasado marzo y debe tener lista la declaración de impacto ambiental y el proyecto constructivo antes de que acabe el año para cumplir el cronograma previsto, pero no se han registrado avances.

En lo que respecta a la capital alavesa, el panorama es aún peor. El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se comprometió a comienzos de año a tener listo el estudio informativo para junio, pero el Gobierno vasco no tiene aún noticias. ¿Hay problemas de comunicación con Moncloa ahora que el Gobierno está en funciones como denunció hace 15 días Josu Erkoreka? En este caso, no. «La relación es fluida», confirman portavoces del equipo de Tapia, «pero tienen que pasar de las palabras a los hechos».