Gobierno vasco y Bildu exhiben acuerdos en el Parlamento mientras negocian los Presupuestos
Pactan sendas mociones para hacer un diagnóstico sobre asesinatos machistas y simplificar al sector primario la bonificación del canon del agua
Mientras en el Congreso los acuerdos entre Gobierno y oposición se antojan imposibles y Pedro Sánchez tiene que esforzarse hasta el último minuto por convencer incluso a sus propios socios, en el Parlamento vasco fluye un clima de entendimiento. Los partidos que sustentan el Ejecutivo de Imanol Pradales, PNV y PSE-EE, han alcanzado este jueves sendos acuerdos con EH Bildu en torno a la violencia machista y el canon del agua. Los pactos llegan al mismo tiempo que ambas partes avanzan en las negociaciones de los Presupuestos autonómicos de 2025.
El pleno ordinario de este jueves, que ha empezado con un minuto de silencio en recuerdo a Santi Brouard, parlamentario de HB asesinado por los GAL hace 40 años, ha arrojado dos acuerdos entre los tres partidos, que suman 66 de los 75 escaños. En el primero, instan al Gobierno vasco a hacer un diagnóstico «exhaustivo» de los asesinatos machistas para poder elaborar un plan de reparación al entorno de las víctimas. Y en el segundo, emplazan a simplificar los trámites al sector primario en la aplicación de la bonificación del 90% en el canon del agua que entrará en vigor en enero.
Dos pactos, en sendos puntos debatidos a iniciativa de EH Bildu y PP respectivamente, que siguen engrasando una particular dinámica política en la Cámara de Vitoria con entendimientos constantes entre el Gobierno y la principal fuerza de la oposición. Y es que lejos de un combate sin cuartel, la coalición soberanista ha decidido exprimir su vena más pragmática, la que le ha proporcionado notables réditos electorales en los últimos años hasta rozar el 'sorpasso' en las autonómicas de abril e incluso consumarlo en las europeas de junio.
En esa estrategia dialogante también se enmarca la reiterada disposición a acordar los Presupuestos de 2025, tanto los vascos como los de las tres diputaciones forales. En el estamento autonómico, mientras el PP y sobre todo Sumar van dando signos de estar muy lejos de un pacto, EH Bildu está tratando por todos los medios de dar alas a la negociación: primero, sacando Osakidetza del debate; después, acotando las propuestas de modificación de partidas al campo de la vivienda; y esta misma semana, desligando la reforma fiscal que incluía en su propuesta original.
Sin pregunta en el pleno de control
El consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d'Anjou, al mando de las conversaciones, ha evitado en todo momento confrontar con la formación de Arnaldo Otegi y el miércoles entregó a EH Bildu (también a PP y Sumar) una contrapropuesta para trabajar en 50 iniciativas, aunque sin cuantificación económica. El responsable de las Cuentas concedió de plazo hasta mañana viernes para obtener respuesta y la coalición abertzale se mostrará partidaria de una tercera reunión. Además, como gesto, Pello Otxandiano no interpelará al lehendakari en el pleno de control.
Con la previsible tercera cita durante la semana que viene, las negociaciones tienen que empezar en una fase de resolución porque el viernes 29 se cierra el plazo para registrar enmiendas a la totalidad, un trámite en el que las fuerzas de la oposición escenifican si hay margen para el acuerdo. Esas correcciones se debatirán en un pleno el 10 de diciembre, pero la mayoría de PNV y PSE-EE las tumbará. El dictamen presupuestario quedará aprobado el jueves 12 en comisión y quedará ratificado, con o sin la oposición, el viernes 20 en un pleno monográfico.