El Gobierno desaira al PNV al retrasar de nuevo la reforma de la 'ley mordaza'

«¿Pero no habían dicho que se desbloqueaba?», lanzó en Twitter Aitor Esteban, en un mensaje que más que a pregunta sonaba a reproche, y que poco después compartió en la misma red social el presidente del Euzkadi buru batzar, Andoni Ortuzar. La reforma de la 'ley mordaza', aprobada en los tiempos de la mayoría absoluta del PP, es una de las exigencias que el PNV mantiene desde hace más de un año. Fueron precisamente los emisarios del presidente Pedro Sánchez quienes aseguraron el pasado miércoles a Esteban que se reactivaría por fin el debate. «Eso nos han dicho. Veremos si es verdad», corroboraron desde el grupo peneuvista.

Tras escuchar a Sánchez en la clausura del congreso del PSOE en Valencia prometer la derogación de la polémica norma, el portavoz jeltzale en la Cámara baja lamentó las continuas prórrogas del plazo de enmiendas -41 con la de este martes-. Un procedimiento que se utiliza cuando se busca «dormir» un debate. «Así llevan más de un año. Mucho anuncio, nula acción», se quejaba Esteban, el mismo día en que el idilio presupuestario entre PSOE, Podemos y EH Bildu parecía más que consumado, a juzgar por la entusiasta reacción de los socialistas a la declaración de Otegi en Aiete. Después vendría el vídeo en el que el dirigente abertzale colocaba a los presos de ETA en el «frontispicio» de su acción política y las matizaciones de Moncloa.

Las relaciones entre el PNV y el PSOE no atraviesan su mejor momento. Y la decisión de prorrogar de nuevo el plazo de enmiendas no ayuda. La propia presidenta del partido en Bizkaia, Itxaso Atutxa, advirtió este martes de que el Ejecutivo de Sánchez deberá demostrar que «la apuesta» por el PNV como socio prioritario es «seria» porque la enmienda a la totalidad a los Presupuestos «sigue encima de la mesa».

Tramitar la reforma de la 'ley mordaza' -en la comisión de Interior- pondría fin a situaciones como la que se dio durante el estado de alarma, en el que las administraciones, entre ellas la vasca, se apoyaban en la norma para imponer multas mientras pedían su derogación. Para que la negociación cogiera velocidad, y quizás ahí está el quid de la cuestión, el PSOE deberá satisfacer las exigencias de Podemos, que exige que dicha modificación incluya también regular las llamadas devoluciones 'en caliente' de inmigrantes, una cuestión cuanto menos controvertida.

Los socialistas no quieren abrir un nuevo frente con sus socios en el Gobierno. Bastante tensa está la cuerda ahora mismo con la reforma laboral. PSOE y Unidas Podemos han acordado, en este sentido, darse una semana para pactar las enmiendas de la norma que sustituirá a ley aprobada por Rajoy en 2015, de modo que lleguen al desbloqueo con un texto alternativo que tenga como base la proposición del PNV. Está por ver si la de este martes es o no la última prórroga.