Génova contempla celebrar el congreso del PP vasco después de las elecciones de 2023

La primera decisión es que el congreso regional que debe ratificar a la actual dirección que lidera Carlos Iturgaiz o nombrar a una nueva va a tardar en celebrarse. No será en otoño ni tampoco en invierno. Según las fuentes consultadas por este periódico, Génova contempla posponerlo hasta después de las elecciones municipales y forales que se celebrarán en mayo del año que viene. «Ahora toca centrarse en los votantes, en recuperar terreno», reclamó Tellado durante la cena que compartió con la cúpula de los populares de Euskadi en un céntrico hotel de la capital vizcaína.

El aplazamiento no se va a anunciar porque Feijóo ha pedido que se hable lo menos posible de la vida interna del partido. Pero tiene varias explicaciones. Génova da prioridad a los congresos pendientes -ocho- de los territorios que celebran elecciones autonómicas en 2023. Para más adelante quedarán los de Euskadi y Cataluña porque no hay tanta prisa y porque existen dudas sobre la capacidad de los líderes actuales para dar un volantazo y reflotar las siglas tras años de malos resultados.

El presidente nacional del PP ha encargado al propio Tellado un análisis sobre la situación del partido territorio a territorio, y aunque el informe aún no ha visto la luz una de las conclusiones que ya ha puesto sobre la mesa el vicesecretario de Organización es que para que el expresidente gallego pueda llegar a La Moncloa es obligatorio ganar peso, especialmente, entre el electorado vasco y el catalán.

¿Cómo se hace eso? Según coinciden en remarcar varias fuentes de la ejecutiva popular, Tellado instó en Bilbao a que el PP de Euskadi «se abra a la sociedad» con una estrategia «menos ideologizada». Una identidad propia que pasa por mantener las señas de identidad tradicionales -la defensa de la integridad de España y los símbolos del autogobierno- pero dando prioridad en los mensajes a otros asuntos: la economía y «las cosas de comer». Lo cierto es que el equipo de Iturgaiz ya está en ese camino, pero se le exige un paso más. Se va a pedir a los cargos públicos que acentúen su apuesta por la gestión por encima de otras consideraciones. «En Galicia tenemos alcaldes que ni parecen del PP», dijo Tellado.

En una de sus primeras entrevistas tras asumir la presidencia del partido, Feijóo habló de «galleguizar» el partido, pero ahora, pese al ejemplo que puso Tellado, se huye de ese concepto, tanto en Génova como en los territorios, en busca de que cada sigla tenga identidad propia.

El objetivo en Euskadi es ampliar un espectro que ha ido achicándose para captar a los votantes del PNV que hace años daban su papeleta a los conservadores en las generales y a los que han optado por la abstención durante los últimos tiempos. Un grupo, el segundo, que los 'tracking' internos de los populares consideran muy numeroso.

Tellado no habló durante su visita sobre el futuro de Iturgaiz, al que Génova valora la labor de zapa que ha realizado los dos últimos años para coser y unir el partido tras la traumática salida de Alfonso Alonso. Tampoco se olvida que es un icono de los años más duros del terrorismo. Pase lo que pase con el presidente de los populares vascos, no habrá guerra interna porque Feijóo consensuará con él los pasos a dar.

La agenda del presidente nacional del PP señala que no tardará en visitar Euskadi. Este mismo mes podría mantener una reunión con empresarios y en julio participará activamente en los actos de homenaje a Miguel Ángel Blanco en el 25 aniversario de su asesinato.