EA suspende 4 años de militancia a Maiorga Ramírez y a los líderes de Álava, Gipuzkoa y Navarra
La ejecutiva liderada por Eba Blanco da un golpe de autoridad y lleva la crisis interna a un punto de inflexión
David Guadilla
Miércoles, 9 de febrero 2022, 18:24
La crisis de Eusko Alkartasuna ha subido un enorme peldaño que puede ser el definitivo y provocar la implosión del partido. La dirección capitaneada por ... Eba Blanco ha anunciado que suspende de militancia durante cuatro años a los principales líderes del sector crítico. No son militantes anónimos. Entre ellos están su cabeza visible, Maiorga Ramírez, quien compitió por dirigir la formación, y los actuales responsables territoriales de Álava, Gipuzkoa y Navarra, Iratxe López de Aberasturi, Mikel Goenaga y Miren Aranoa. La quinta expulsada es Esther Korres, coordinadora en Pamplona. «Es un esperpento», denunciaron.
El paso dado por la dirección de EA supone aparentemente un punto sin retorno dentro de un partido que, de facto, ya estaba roto por la mitad desde 2019. En realidad, la división se hizo patente dos años antes, cuando Pello Urizar se impuso a Ramírez por solo catorces votos. En el origen, los críticos, a los que apoya Carlos Garaikoetxea, denunciaban que la formación cada vez estaba más diluida dentro de EH Bildu y que su futuro estaba en peligro. No planteaban tanto su salida de la coalición, sino que se marcase perfil propio y no se estuviese supeditado a la izquierda abertzale.
Aquel debate no solo no se encauzó, sino que acabó derivando en un cruce de descalificaciones y denuncias ante los tribunales de justicia ordinaria. Urizar presentó su renuncia a mediados de 2019 y se convocó un proceso de primarias. Se presentaron dos precandidaturas, la de Ramírez y la de Blanco, apoyada por el sector de Urizar.
Sin embargo, el dirigente navarro no pudo conseguir los avales suficientes en Iparralde y quedó descabalgado del proceso. Blanco fue elegida secretaria general, pero Ramírez y sus colaboradores no aceptaron el nombramiento. Se inició un largo recorrido judicial con denuncias de todo tipo. De hecho, ha llegado a presentarse hasta una querella por usurpación de identidad y falsedad documental. En julio del año pasado, una sentencia de la Audiencia de Álava anulaba aquel proceso de primarias y ordenaba su repetición.
La dirección convocó un congreso, cuya celebración está prevista para la semana que viene, pero que también es rechazado por los críticos al considerarlo un «disparate democrático» porque, según su versión, se va a celebrar «sin transparencia».
Las acusaciones que se lanzan sobre ellos no son menores: vulnerar «la estrategia de coalición en la que participa EA», «realizar manifestaciones públicas que dañan la imagen y la credibilidad del partido en general o de cualquiera de sus órganos», «malos tratos de palabra u obra, o falta grave de respeto y consideración a cualquier persona afiliada» e «incurrir en injurias o calumnias contra los altos cargos del partido».
Los críticos han anunciado que «agotarán las vías internas y jurídicas para defender sus derechos». «Es un atropello democrático».
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