La división vuelve a marcar el Día de la Memoria diez años después del fin del terrorismo

El 10 de noviembre fue elegido como Día de la Memoria debido a que ETA nunca cometió un atentado en esa fecha. Nació en 2010 tras un acuerdo entre el Gobierno de Patxi López, el Parlamento, las Juntas Generales de los tres territorios y Eudel. Pero a medida que pasan los años los objetivos para los que fue constituido no acaban de lograrse. Ni tan siquiera de forma simbólica. En realidad, la imagen de unidad nunca se ha dado, aunque sí ha habido momentos en los que parecía que podía convertirse en una jornada capaz de generar un mínimo consenso.

Durante la primera edición se desmarcaron los representantes de EA y Aralar -Bildu todavía no existía- al no estar incluidas las víctimas del franquismo y las de abusos policiales. El recuerdo a los que sufrieron torturas se incorporó al año siguiente, y eso provocó el descuelgue del PP. Los populares consideran que las personas que sufrieron malos tratos por parte de las fuerzas de seguridad merecen un reconocimiento, pero que no se debe mezclar con el de las víctimas del terrorismo.

Desde entonces, poco o nada se ha avanzado. A los actos organizados por el Gobierno y el Parlamento vasco se suma el que desde hace un par de años prepara el Centro Memorial de Vitoria y la Delegación. Se desarrolla la víspera del 10-N. La edición de este año, que se llevará a cabo hoy en Irún, quiere ser un homenaje a cuatro colectivos que se vieron amenazados en primera persona por ETA: políticos, empresarios, jueces y periodistas. Tomarán la palabra Asun Guerra -exconcejala del PP en Andoain-; Emiliano López Achurra, presidente de Petronor; el expresidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra; y la periodista Charo Zarzalejos. Bildu no suele estar presente.

Mañana, además de los que puedan darse en diferentes localidades vascas, hay tres actos principales: el del Gobierno vasco, convocado por Gogora en la Diputación de Gipuzkoa; el del Parlamento, en su sede; y otro independiente del PP. Portavoces de los populares ya han confirmado que, al igual que en ediciones anteriores, no estarán en el acto del Instituto de la Memoria ni en el de la Cámara vasca. La formación de Carlos Iturgaiz se volverá a concentrar mañana en el monolito a las víctimas del terrorismo de Vitoria. El PP ha recalcado que no desea que se haga una equiparación y mezcla de 'violencias' y víctimas.

La convocatoria más relevante será la de Gogora. Busca poner en valor el papel de todas «las personas, asociaciones y movimientos que se implicaron en favor de la paz» y destacar su «compromiso cívico». Se emitirá un vídeo en el que aparecerán testimonios de miembros de grupos como Gesto por la Paz, Bakea Orain, Elkarri o los Artesanos de la Paz, un colectivo pacifista que funcionó en los ochenta y que no tiene nada que ver con el grupo de personalidades de Iparralde que ayudó a escenificar el desarme de ETA en 2017. Está por ver quién acudirá finalmente al acto que se desarrollará en San Sebastián, aunque Covite ya anunció ayer que no piensa asistir.

La convocatoria del Gobierno vasco es a las 11.30 horas. A las 9.30 será la del Parlamento. Una ofrenda floral en el exterior de las instalaciones. A esa misma hora Vox organiza una mesa redonda en la que estará José Antonio Ortega Lara, en Bilbao.