¿Y la ciudadanía qué proyectos quiere?
A la mayoría de la ciudadanía le gustaría decidir sobre cómo se gastan el dinero las instituciones. Es una regularidad que sale en todos los ... Deustobarómetros de los últimos años, donde siempre el deseo de intervenir en las decisiones económicas es más intenso que el de decidir sobre cualquier cuestión relacionada con el autogobierno.
En estos días hemos conocido el primer avance de dónde pueden ir a parar más de diez mil millones de euros que le podrían corresponder a Euskadi dentro de los fondos de reconstrucción europea. Se ha criticado mucho el proceso de elaboración de esta primera lista provisional por su falta de transparencia; en cambio la falta de participación ciudadana en la jerarquización de las prioridades se ha pasado por alto.
Cuando se habla constante y reiteradamente desde las instituciones de poner a la sociedad en el centro de sus políticas uno siempre espera que comiencen a innovar de verdad en la gobernanza participativa y abran cualquiera de los mecanismos que ya han demostrado su utilidad para mejorar la decisión a través de la participación de los que más saben sobre sus propias necesidades: los ciudadanos.
Los desafíos a los que actualmente nos enfrentamos exigen la utilización de todos los recursos de la sociedad, incluidas las ideas y las preferencias de la ciudadanía no organizada, que es la mayoría de la ciudadanía. Desde este punto de vista, la inversión en hacer más participativo el proceso con sus costes y beneficios debe ser un valor a considerar en la elaboración de la lista definitiva de los proyectos que el Gobierno vasco presentará previamente a Madrid.
Los ciudadanos están capacitados para ser informados de los límites de esta convocatoria y del criterio de asignación de recursos que se han establecido en Europa y que serán previamente cribados por el Gobierno central. Dentro de estos márgenes, los ciudadanos pueden ayudar a seleccionar aquellos proyectos que son más necesarios para su país. Se puede sortear un consejo consultivo ciudadano para la tarea, organizar paneles ciudadanos representativos o generar una encuesta deliberativa. Metodologías innovadoras sobran.
Al final la transición verde y digital dependerá de la transformación de los hábitos sociales y del compromiso ciudadano. Por eso, es conveniente abrir un espacio tanto para escuchar el posicionamiento de los ciudadanos sobre los distintos proyectos iniciales como para convencerles a través de argumentos razonados e información de su pertinencia y utilidad para atender a sus necesidades.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión