La 'ley antipandemia' llega al Parlamento sin el apoyo de ningún grupo de la oposición

El Ejecutivo de Iñigo Urkullu busca con la Ley de Medidas para la Gestión de la Pandemia de la Covid-19 tener un paraguas que le permita tomar medidas restrictivas sin depender tanto de los jueces como ha ocurrido hasta la fecha. El miedo expresado por varios dirigentes del PNV es que el fin del estado de alarma genere un caos jurídico y que el Gobierno vasco se vea atado de pies y manos a la hora de aplicar restricciones de movilidad o de aforo. La 'ley antipandemia', que incluye un amplio catálogo de sanciones, sería una ampliación mejorada de la ley de emergencia sanitaria en vigor.

Pero la seguridad que muestra el Gobierno es proporcionalmente opuesto a las dudas que muestra la oposición. Ayer mismo, Carmelo Barrio y Luis Gordillo, en representación de PP+Cs, la consideraron «inútil, confusa y obsoleta». Señalaron que votarán en contra de su toma en consideración, que está «mal planteada parlamentariamente» y que debe ser el Congreso de los Diputados donde se regule «con garantías constitucionales la actuación en caso de pandemia». De hecho, y tal como informó EL CORREO el pasado lunes, uno de sus principales problemas y por los que nacerá coja es que sin estado de alarma sus competencias se verán limitadas.

De ahí surgen también los recelos de EH Bildu y Elkarrekin Podemos-IU. Las dos formaciones han anunciado que por ahora apuestan por la abstención y que esperan que a lo largo de su recorrido por la Cámara los dos partidos del Gobierno no apliquen el «rodillo» parlamentario. «Ha sido elaborada, tratada y manejada con cierto secretismo y hemos tenido muy poca información», señaló la coordinadora general de Podemos Euskadi, Pilar Garrido. En una línea muy similar, Maddalen Iriarte deseó que PNV y PSE se abran «a trabajar» para mejorar la ley mediante un «diálogo real».