Alfonso Alonso será el candidato a lehendakari del PP
Génova pone fin el «ruido» denunciado por el exministro y avala su candidatura en los comicios del 5 de abril
«No podemos hacer como si no pasara nada. Hay que saber ya quién es el candidato y su proyecto». Dicho y hecho. El ... domingo, en una entrevista con este periódico, Alfonso Alonso advertía de que el tiempo de las dudas se había agotado, de que seguir dando largas ya no era una opción. Este lunes, a las cuatro de la tarde, el lehendakari ha anunciado de forma oficial lo que era un secreto a voces, que las elecciones vascas se adelantarán al 5 de abril. Tres horas más tarde, como avanzó la edición digital de este periódico, Pablo Casado movía ficha y confirmaba la candidatura del exministro. El parto, aunque doloroso, tuvo final feliz tanto para Alonso como para la cúpula del PP vasco, que había cerrado filas con su líder en los últimos días temerosos de que el dedo índice de Génova apuntase hacia perfiles sin duda controvertidos como el de Rosa Díez. Se acabó el «ruido», como lo definió el propio Alonso. Se acabó la angustia.
Y es que el PP - POdemos ya ha activado su proceso interno- era el único partido con representación en el Parlamento vasco que seguía sin deshojar su margarita electoral a la hora de desvelar quién será su cabeza de cartel el 5-A. No sólo eso. Lo paradójico es que los populares vascos tenían muy claro lo que querían pero Génova, lejos de ofrecer certidumbre para centrarse en la precampaña, se había limitado a dar largas que sólo han alimentado un culebrón que sólo ha dañado la imagen de Alonso por la falta de confianza que algunos integrantes de la actual dirección del partido tienen hacia su figura. Ser un verso suelto y tener un pasado 'sorayista' no son las mejores credenciales en los tiempos que corren.
Pese a todo, toca hacer borrón y cuenta nueva y construir un relato preelectoral que minimice el parte de daños interno que ha generado esta crisis. Alonso, sin embargo, siempre aseguró que tenía la confianza del presidente del partido, que a quien había que hacer caso es a Pablo Casado y no a quienes generaban el «ruido» lanzando continuos globos sonda con el nombre de potenciales aspirantes ajenos al PP vasco, como Díez o Maite Pagazaurtundua. Y ese «ruido», aunque él siempre se ha negado a ponerle nombre y apellidos, llevaba el sello de líderes como Cayetana Álvarez de Toledo, como aseguran fuentes populares.
Ahora, pactar con Cs
Se ha logrado minimizar el parte de daños, pero daño ha habido, como confesó en la entrevista del domingo. «Es verdad que parece que estamos trasladando la sensación de que hay una discusión. Pero todo esto puede ser una ocasión para explicar quiénes somos y por qué somos de esta manera. Lo importante es que termine bien y poder decir a la gente que estamos muy empeñados en defender un proyecto político. Las cosas negativas hay que volverlas positivas», recalcó.
El reto es éste. También poder convencer a Ciudadanos para poder confluir de forma conjunta a las elecciones del 5 de abril. Los liberales carecen de representación en el Parlamento, pero los más de 21.000 votos que sacaron en las elecciones autonómicas de 2016 hicieron un roto al PP. Son miles de votos que a Cs no le sirven de nada y que a los populares, por contra, penalizan sobremanera, como se comprobó en el carrusel electoral de 2019.
Alonso volverá a intentarlo de cara al 5-A. «Compartimos buena parte de nuestro proyecto político con Cs y tenemos básicamente una diferencia: el apoyo a la foralidad. Pero hemos apreciado un cambio. Ellos evolucionaron en Navarra y si fue posible allí, también lo será aquí».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión