Alonso reaparece para apoyar a Feijóo y reclama un PP vasco que «no sea una sucursal de Madrid»
El exministro acudirá al congreso de Sevilla y llama a «romper la política de bloques irreconciliables» con el PSOE
Alfonso Alonso vuelve a escena. El que fuera alcalde de Vitoria, exministro y expresidente del PP vasco rompió ayer dos años de silencio para resituarse ... en la nueva era que se apresta a afrontarla formación conservadora de la mano de Alberto Núñez Feijóo. El dirigente gallego cuenta con la 'vieja guardia' de Mariano Rajoy para su nuevo proyecto, pero Alonso se resiste. «Ayudaré en lo que pueda, pero no entra en mis planes ambicionar ningún cargo», asegura en declaraciones a EL CORREO.
Alfonso Alonso niega los rumores que le vienen situando durante las últimas semanas en la futura cúpula de Génova junto a otros exministros de Rajoy como Fátima Báñez, Íñigo De la Serna o Rafael Catalá, pero expone sin ambages su apoyo a Feijóo y la línea que debe seguir el PP. Su relación viene de lejos. De hecho, el gallego fue el único barón que se desmarcó de Casado y le pidió que no abandonara la política en febrero de 2020.
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El exministro de Sanidad apuesta por la utilidad, la centralidad y un acercamiento al PSOE «si no sigue colgado de Podemos». Y reivindica la vigencia de su proyecto para Euskadi, que finalizó de forma abrupta cuando se vio obligado a dimitir tras un fuerte encontronazo con Teodoro García Egea a cuenta de la coalición con Ciudadanos. Llama a «reconfigurar» la marca vasca, a tener identidad propia y a «no ser una sucursal de Madrid».
El runrún en torno a Alonso se disparó ayer después de conocerse que ha solicitado al PP de Álava, del que sigue siendo afiliado, que le permita acudir como compromisario al congreso extraordinario que el partido celebrará en Sevilla los días 1 y 2 de abril. «Quiero ir porque no me he perdido ninguno, me apetece», justifica. Iñaki Oyarzábal, presidente del PP alavés, fue uno de sus colaboradores más estrechos mientras se mantuvo en activo, así que no pondrá impedimentos. Ayer, en Radio Euskadi, sugirió que el exalcalde de Vitoria contará con la acreditación que solicita para participar en un cónclave que, además de entronizar a Feijóo, desprende un notable aroma a refundación.
La consultora de Pepe Blanco
Y allí quiere estar Alonso. Desde su adiós en una lacrimógena rueda de prensa en Vitoria el 24 de febrero de 2020 se ha mantenido en un más que discreto segundo plano. Abandonó el País Vasco y fichó por la consultora Acento que dirige el exministro socialista Pepe Blanco. Todo este tiempo había eludido cualquier invitación, interna y externa, para volver a hacer política y no se había pronunciado ni una sola vez sobre la situación de su partido.
Aunque hubo una excepción: hace más de un año trascendió el encuentro privado que mantuvo con Casado en un restaurante. Les sirvió para dar sutura a las heridas personales, pero en ningún caso para allanar la vuelta del expresidente del PP de Euskadi a la política. Las cosas ahora parecen diferentes, aunque Alfonso Alonso insiste en que su larga carrera política está cerrada, y que acudirá a Sevilla como mero observador. Nada de eso es óbice, en todo caso, para que, como mínimo, se incorpore al sanedrín que rodee a Feijóo. «Hablo con él, sí, hablo mucho», reconoce el exministro.
Alonso cree que Feijóo será un «revulsivo» y coincide con el futuro presidente, entre otros asuntos, en la necesidad de dar mayor peso a los territorios y a «huir del hiperliderazgo para convertirnos en un partido más coral». Volverá parte de la vieja guardia que arrinconó la derrota del sorayismo, pero el exdirigente vasco apuesta por «seguir contando con la nueva generación que ha aflorado con Casado».
Con esa base llama a «cambiar la dinámica» de la política nacional y «la lógica de bloques irreconciliables» en la que permanecen instalados PP y PSOE los últimos años. El guiño a «la utilidad» y a los pactos de Estado de Alonso es evidente, y apela al precedente que ha supuesto el acuerdo en torno envío de armas a Ucrania. «Esto de estar todo el rato en la batalla cultural e ideológica no ayuda. Aunque Sánchez no muestra disposición alguna porque está muy atrapado por sus socios, la misión de Feijóo debe ser superar eso».
Alonso llama a su partido a «ir buscando el camino de la centralidad». La duda que surge es si la primera piedra de ese cambio de rumbo se producirá en Castilla y León. No lo parece. «Lo importante es que Mañueco tenga un proyecto claro y dé estabilidad. ¿Pactar con Vox? Con alguien tiene que hacerlo y el PSOE no ofrece ninguna alternativa».
«Recuperar las raíces»
No pierde de vista el panorama nacional, pero el exministro expresa su preferencia por hablar del PP vasco y dar un vuelco a su actual trayectoria. Alonso apuesta por «recuperar las raíces», «cambiar la perspectiva» y reivindicarse, igual que durante su mandato, como una formación «nacida de la tierra y de la tradición vasca». En ese sentido considera «un error de planteamiento de Casado» que los populares de Euskadi hayan sido «solo los representantes de un partido de Madrid en vez de lo que quieren ser». «Eso lo entiende Feijóo, porque desde Galicia ha sumado al proyecto nacional», zanja.
En este camino, ¿la buena relación del futuro presidente del PP con Urkullu puede recuperar los puentes con el PNV? «Cuidar las relaciones personales ayuda», concede Alonso. «Pero hay que hablar en serio de las cosas en la medida que se abran a postulados más liberales y alguna vez sean ellos los generosos».
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