Tiempo de exámenes
Era un secreto a voces y se cumplieron los pronósticos. Carles Puigdemont, el expresident de la Generalitat que huyó en octubre de 2017 en el ... maletero de un coche para evitar ser detenido tras declarar unilateralmente la independencia de Catalunya (DUI) -declaración que suspendió instantes después- se presentará a las elecciones autonómicas del 12 de mayo como cabeza de lista de Junts per Catalunya (JxC).
Puigdemont eligió para hacer el anuncio el Ayuntamiento de la pequeña localidad francesa de Elna, junto a la muga, el lugar en el que el soberanismo escondió las urnas e hizo parte de las papeletas que se usaron en la consulta ilegal del 1-0. ¿El formato? Una conferencia ante cientos de entregados seguidores que convirtió en su primer mitin de campaña. El eurodiputado catalán ofreció una lista de unidad independentista a sabiendas de su absoluta inviabilidad. Tildó de cobardes al PP y al PSOE por la aplicación del 155 a Cataluña hace seis años y medio. Y aseguró que culminará con éxito el proceso independentista que asomó en 2017.
Después de años de ser poco más que un apestado político en su exilio voluntario de Waterloo, y de sortear con éxito los intentos de la Justicia española para extraditarlo a España, la amnistía promovida por Pedro Sánchez para ganarse los votos neoconvergentes y seguir en el poder brinda al expresident otra oportunidad. Personal y política. Y es que podrá volver a España en pocos meses, pese a haberse saltado gravemente la ley y no haber pagado por ello, como sí ocurrió con los dirigentes 'indepes' indultados. Y hasta podría recuperar su cargo.
El expresident, pues, se examina. Será su retorno al Palau de la Generalitat o posiblemente el principio del fin de su carrera política. Todo lo que no sea ganar y volver al poder significará para él un fracaso. Y las encuestas previas al adelanto electoral, decidido por Esquerra para coger a contrapié a su gran adversario, colocan a los socialistas como grandes favoritos muy por delante de ERC y Junts. En 2021 también se impuso el PSC, como Ciudadanos en 2017. En ambas ocasiones resultó en vano. Los tres partidos 'indepes' -neoconvergentes, republicanos y la CUP- sumaron mayoría y lograron formar gobierno pese a su profunda animadversión. Unas alianzas que terminarían saltando por los aires.
El 12 de mayo será el día del gran examen para Puigdemont. Pero también para Pedro Sánchez. Y es que a nadie se le oculta que el presidente precisa mantener el apoyo de ERC y de Junts, de los dos a la vez, para seguir en La Moncloa. Cómo se configure la gobernabilidad de Cataluña será determinante para lograrlo o no. Y no parece tarea precisamente sencilla.
El derecho a decidir -que sigue respaldando una amplia mayoría de catalanes, aunque sean cada vez menos quienes desean la independencia- se coloca en primerísimo plano de la agenda política española. Su reclamación por parte del soberanismo catalán, pero también del vasco, sigue siendo la gran amenaza para la continuidad del Gobierno español de izquierdas. Bastante más que el PP de Feijóo.
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