Sigue el baño no apto en Ereaga, Arrigunaga y Las Arenas, mientras La Arena se salva en los análisis de agua

El anuncio lo han realizado desde el Departamento de Salud y la Agencia Vasca del Agua (URA), que prohibió ayer jueves el baño en estos cuatro arenales. Lo hicieron de manera cautelar, según han admitido, después de confirmarse en los análisis realizados por la Dirección de Salud Pública del Gobierno vasco la afección de las fuertes precipitaciones registradas en las últimas horas.

La playa de la Margen Izquierda ha mejorado porque es más abierta, mientras las de Uribe Kosta están en la bahía del Abra, directamente influenciada por la ría. Por ahora la situación en estos arenales tan concurridos sigue igual. En las muestras más recientes se ha notado «un incumplimiento puntual de los criterios microbiológicos de calidad establecidos en la normativa, en las playas de Las Arenas, Ereaga y Arrigunaga de Getxo», como apuntaron desde la Dirección de Salud Pública. Eso ha llevado a que «de forma preventiva y temporal» ondee la bandera roja y se comunique a los usuarios por megafonía que el agua no es apta para bañarse.

En estos casos en que se prohíbe el baño por la calidad del agua, el Ejecutivo autónomo pone en marcha un protocolo para advertir a todos los organismos y agentes implicados en el servicio de playas, como los socorristas.

Se continuará analizando a diario la calidad del agua hasta la finalización del incidente de contaminación y se informará de los resultados. Estos episodios suelen producirse cuando se registran importantes trombas de agua y granizadas, como en los últimos días. De Sanidad reconocen que es «algo que suele ser común con estas condiciones metereológicas». Se achaca a que ni la depuradora de Galindo puede tratar la gran cantidad de agua que llegan, de forma que no trata las pluviales. Algo que niega el Consorcio de Aguas, desde donde sostienen que las aguas pluviales llegan a afectar al saneamiento y las corrientes de los ríos, que arrastran lodos y materiales sólidos durante las crecidas. Eso rebaja la calidad del agua de algunos arenales. Sobre todo, en los entornos urbanos que no están en aguas abiertas, como el caso de Ereaga, Arrigunaga y Las Arenas.