Cientos de hamacas continúan vacías en Benidorm una semana después de la apertura de sus playas

La postal actual de Benidorm se dibuja muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Lejos quedan las playas cubiertas de sombrillas y los 'vecinos' a escasos centímetros de tu toalla. Estos días, los usuarios de los arenales de este pueblo valenciano pueden plantar su toalla con espacio de sobra, tienen la posibilidad de dar paseos por la orilla debido a la escasa afluencia y cientos de hamacas permanecen vacías. Esta es la inusual estampa que se puede ver estos días en la ciudad turística por excelencia del Mediterráneo.

El arenal alicantino abrió sus playas el pasado 15 de junio, coincidiendo con el inicio de la fase 3 de la desescalada, con una reducción del aforo al 62%. Es decir, el acceso se ha limitado de 40.000 personas a unas 25.000.

Las playas de Levante y Poniente se han dividido en 20 sectores, 12 de ellos de acceso libre con 5.122 parcelas de 16 metros cuadrados (4x4 metros), situadas a 6 metros de distancia de la orilla, tal y como establece la normativa lanzada por el Gobierno. Cada parcela puede ser ocupada por de 1 a 4 personas, o 5 si una de ellas es menor de 6 años, hasta alcanzar una ocupación máxima de 20.488 personas.

Hay dos tipos de sectores de acceso libre: para mayores de 70 años y para el resto de la población, si bien los mayores podrán acceder al resto de sectores. El alcalde de Benidorm, Toni Pérez, ha destacado que «la reordenación que se ha hecho de las playas para adaptarlas a la situación actual, ha reducido en cerca de 900 las hamacas de alquiler de la concesionaria«.