El virus no puede con las playas vizcaínas

La estampa del fin de semana en los 28 arenales vizcaínos no ha sido muy diferente a la de cualquier verano prepandemia. Las buenas temperaturas y el cielo despejado hicieron de la costa el mejor plan para los vascos, bañistas y paseantes, como Ángeles y su marido Miguel, vecinos de Getxo que se acercaron a Las Arenas cerca de las 14.00 horas. «Nos temíamos que iba a estar llena». Así fue, y prefirieron continuar con el paseo sin bajar al arenal. A la misma hora Mari Peña, cargada con sombrilla, silla y toallas finalizaba la jornada playera. «Nos vamos a comer», señaló mientras esperaba a su hija, Eider y a su nieta Luna. «Hemos preferido bajar pronto e igual después nos animamos y salimos a por un helado», explicaba tras recordar que el pasado fin de semana la imagen fue diferente «porque la marea no estaba tan alta y hubo más espacio durante todo el día para estar más a nuestras anchas en la arena». Los hondartzainas apuntaron que esta playa permaneció cerrada de 12.30 a 13.30, en el momento de pleamar. «Seguían llegado familias que se han quedado esperando fuera hasta que hemos abierto de nuevo los accesos», añadieron.

Aparcamiento completo. Estas dos palabras también fueron protagonistas a lo largo del fin de semana. En concreto este domingo en Ereaga la Policía cortaba el acceso para impedir que accedieran más vehículos a la zona al mediodía. Después, volvía a reinar la calma y las playas recuperaban la normalidad entrada la tarde. El Ayuntamiento de Getxo ya advirtió al inicio de la temporada veraniega que podría impedir el acceso rodado a Ereaga los fines de semana, desde Punta Begoña, «cuando la situación lo aconseje». Los agentes únicamente dejarán pasar a los vehículos autorizados, como los de reparto, residentes, clientes de hoteles o de establecimientos hosteleros. Asimismo, desde el Consistorio de la localidad costera recordaron que se han colocado nuevos aparcabicis en la zona y animaron a evitar el uso de vehículo privado.

Laidatxu (Mundaka), Toña (Sukarrieta), Gorliz, Muriola (Barrika) y Arriatera-Atxabiribil (Sopela) y La Arena, que comparten Muskiz y Zierbena, también pusieron a ondear este domingo la bandera ámbar, que indica afluencias elevadas. Jon Ruiz y su hijo Iker, residen en Bilbao y prefirieron acercarse a Ereaga. «Se está muy bien y se guardan las distancias. Eso sí, mascarillas no se ve ninguna y hay momentos, como cuando te levantas a pasear y te cruzas con más gente, creo que deberíamos ponérnosla», aseguraba este joven de 35 años. El sol siguió brillando el resto de la tarde y varias familias y cuadrillas continuaron dejándose ver por las distintas playas, como las hermanas bilbaínas Jone e Izaskun Peña, que se desplazaron también hasta Getxo porque «es el cumpleaños de nuestra amama y hemos venido a comer con ella». «La otra parte del plan era bajar un rato por la tarde a la playa». Por miedo a no encontrar aparcamiento, prefirieron acercarse en metro.

Este fin de semana el territorio recibió con los brazos abiertos unas temperaturas estables y agradables, pero el verano se hace de rogar en Euskadi. Hoy hará más calor en muchas zonas del interior, aunque el termómetro concederá temperaturas algo más bajas en la costa. La semana avanzará con pocos cambios, cielos despejados y algunas brumas.

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