El pájaro que anuncia la primavera
Golondrina común (hirundo rústica) ·
La golondrina regresa a la Península un mes antes de lo habitual por el cambio climático para criar siempre en los mismos nidos de barro
Es el pájaro más reconocible por todos por su plumaje oscuro, vientre blanco y garganta colorada, porque nos retrotrae a los estíos de las infancias ... rurales, con sus nidos construidos en los aleros con barro y saliva a los que siempre regresan y con sus vuelos acrobáticos en grupos en las plazas, siendo su canto una suerte de banda sonora de los atarcederes plácidos. Su llegada se considera un símbolo de la primavera. Este ave da nombre a muchas niñas en Euskadi (Enara) y en Galicia (Anduriña). Se trata de una especie migratoria que recorre hasta 10.000 kilómetros cada otoño, desde septiembre u octubre, hasta el África subsahariana. Siempre vuelve a la Península en primavera.
Con el calentamiento global, su regreso se ha adelantado alrededor de un mes respecto al siglo pasado, según la Sociedad Española de Ornitología. En algunas zonas se pueden contemplar golondrinas desde febrero. Consumen muchísimos insectos -moscas, mosquitos, hormigas voladoras, avispas y chinches, entre otros-, a los que capturan con espectaculares vuelos, por lo que son aliadas perfectas contra las plagas.
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Tipo Migratoria
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En la Península Presente de febrero a octubre
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Situación En declive
Suelen, siempre, reparar y reutilizar el nido que previamente construyeron en apenas diez días durante toda su vida. En ocasiones forman colonias y es frecuente ver una hilera de nidos en todo el alero del edificio. En los machos, la cola es un atributo importante: cuanto más larga, tienen más pretendientas y crían más pollos. Aunque forman lazos muy estables de pareja, en ocasiones un macho puede tener descendencia con dos hembras a la vez. Incluso hay golondrinas que ponen huevos en otros nidos. Son incubados por ellas alrededor de 15 días. Pero ambos miembros de la pareja crían a los polluelos. Les ceban con mucha frecuencia y es frecuente ver a estos pájaros ir y venir del nido constantemente con majestuosos vuelos, incluso muy cerca de los humanos allí presentes, hasta que los hijos engordan, desarrollan su pelaje y alzan el vuelo tres semanas después. Pueden vivir unos 15 años.
Como muchos otros pajarillos, las golondrinas están en declive. Los plaguicidas e insecticidas terminan con los bichos de los que se alimentan y además, la exposición a estos químicos reduce su fertilidad. La retirada de sus nidos también contribuye a la merma de la población, así como las colisiones con edificios y molinos de viento que se alzan en sus rutas migratorias.
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