Un mirador en Bizkaia desde donde se pueden ver las montañas de Gipuzkoa y Burgos

La ascensión la haremos desde Olabarri, en Arrieta. Son 6,54 kilómetros muy llevaderos en los que la recompensa viene al final, cómo no. El primer tramo no supera el 5% de pendiente. La carretera, por donde no hay mucho tráfico, está en perfecto estado. Encontraremos en ambos márgenes de la calzada varios caseríos dispersos. Un paraje perfecto para los cicloturistas, ya que es un puerto muy asequible para los amantes de este deporte.

Pasados los cuatro kilómetros, una señal a mano izquierda nos marca Bizkaigane. Allí nos topamos con algo más de dureza, con rampas del 10%. Eso sí, se rueda muy bien, ya que la carretera está bien asfaltada. Una zona en la que no hay una línea que delimite los carriles, por lo que, a pesar del escaso tráfico, circularemos con precaución por los vehículos que vienen en sentido contrario.

Tras varias curvas vemos un merendero, ubicado en el barrio de Zallobante (San Lorenzo). Para los que hayan apurado su botellín, tienen ahí una fuente. Desde aquí y hasta la cima de Bizkaigane queda poco más de un kilómetro. Para ello deberemos girar en el cruce a la izquierda. Una carretera totalmente abierta entre praderas que permite disfrutar de las vistas a ambos lados. A la izquierda Mungialdea; a la derecha, Urdaibai.

Tras coronar, descendemos unos 300 metros, pasamos varios caseríos y llegamos a la ansiada ermita de Santakrutz. Para llegar a ella habrá que ascender unas escaleras. Podemos subir con nuestra bicicleta o dejarla apoyada junto a otra fuente que hay en el lugar. Una vez superamos el último escalón nuestros ojos quedarán asombrados con las vistas... y quedarse allí una eternidad.