Los mejores planes culturales para este fin de semana

Mañana por la tarde se estrena en el Teatro Bakaldo la última propuesta de Eva Guerrero, un trabajo colectivo en el que participan Garazi Lopez de Armentia, Bego Krego, Leire Otamendi, Helena Wilhelmsson y Estibaliz Villa. Nada que ver con el ritmo y la estética de 'Gorpuztu', un montaje con el que han estado una buena temporada de escenario en escenario. Si en aquel se invitaba al recogimiento, a la intimidad, al análisis del rito, 'LOF-Ladies On Fight' vendría a ser lo contrario, mucho color y rapidez. Es lo que tiene simular una velada de lucha libre años ochenta. El resultado es una espectáculo tragicómico, con personajes coloridos y absurdos, esterotipos, y de fondo una crítica al entretenimiento cultural tanto como a la precariedad y la falta de oportunidades.

No hay que perderse la agenda del festival de títeres de Bilbao, que comienza este sábado y termina el domingo 28. Hay propuestas por varias localidades de Bizkaia, no solo en Bilbao. 'Quijote', títeres de mesa y actores el sábado en La Fundición y el domingo en el Lonbo de Arrigorriaga, es una buena manera de acercarse para empezar. Esta obra de Bambalina tiene ya muchos años y auns igue dejando boquiabiertos a los espectadores por su acierto al condensar el Quijote y escenificarlo sobre una mesa, con luces y sombras, gestualidad y música, suspiros -aquí no se usan palabras-... y que no le falte nada de nada.

En la temporada del centenario de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) no podía falta un programa dedicado a Maurice Ravel, que la dirigió en una ocasión. La foto en la que aparece al frente de la formación es una de esas imágenes grabada a fuego en la Historia de la BOS. Y el catálogo de piezas interpretadas a lo largo de este siglo incluye la casi totalidad de las piezas para orquesta del compositor vasco-francés, algunas de ellas tocadas en multitud de ocasiones.

¿Casi todas? Sí, casi todas. Porque por extraño que parezca quedaban aún obras sin interpretar. Una de ellas abre el programa del jueves y el viernes en el concierto de la temporada de abono: 'Un barco en el océano'. A continuación otra obra nunca abordada hasta ahora por la BOS, solo que en este caso está firmada por un compositor mucho menos conocido: Frank Martin. Se trata de 'Tres danzas para oboe, arpa y cuerdas', fechada en 1970, cuando su autor tenía ya 80 años.

En la segunda parte, apoteosis de Ravel. 'Alborada del gracioso' y 'La valse'. Se trata de dos piezas en las que el compositor de Ciboure despliega todo su sentido del color y el matiz, con esa elegancia tan suya en la forma de desarrollar los temas.

Concluido el programa sinfónico, la temporada de cámara ofrece otro de marcado tinte francés, aunque quizá lo más atractivo sea la única obra que no firma alguien nacido en el país vecino. Me refiero al Trío para flauta, oboe y piano de la británica Madeleine Dring, una de esas compositoras que están empezando a ponerse en los atriles dentro de la muy justa campaña de recuperación de piezas de autoras relevantes opacadas ante la fama de sus colegas varones o simplemente por el hecho de ser mujeres.

Junto a la de Dring, piezas de Ibert, Debussy y Cras, todas ellas poco interpretadas de manera que es muy probable que los aficionados locales no hayan podido escucharlas nunca en vivo.

Existen enigmas literarios que no se resolverán ya nunca. Y unos pocos de ellos están vinculados a la música. El más célebre, casi con total seguridad, es el de la partitura que tomó como referencia Marcel Proust a la hora de describir la sonata para violín y piano que suena en varias ocasiones a lo largo de 'En busca del tiempo perdido' y que ha sido escrita –en la novela– por Vinteuil. En los últimos tiempos a la larga lista de aspirantes a haber compuesto esa obra se ha añadido el nombre de Pierné. Pero parece que los dos nombres que siguen en lo más alto de la lista de candidatos son los de Saint-Saëns y Frank.

Será la sonata de este último, en la versión para violonchelo y piano –a la que dio su visto bueno el propio autor–, la que suene en la sala de Marqués del Puerto este viernes, en el concierto que ofrecen el chelista Truls Mork y su paisano Havard Gimse.

Los dos intérpretes noruegos han elaborado un programa que gira en torno a dos grandes sonatas que sonarán precedidas de sendas piezas 'menores' en cuanto a duración e intensidad, pero no en belleza. La otra sonata es la de Richard Strauss y las dos piezas breves la 'Phantasiestücke' de Schumann y la 'Pièce' de Chausson. Un programa exquisito para aficionados a la música de cámara.

El 'Stabat Mater' es un poema medieval usado como himno y en múltiples oficios religiosos. Es probable que no haya otro motivo más usado por los compositores occidentales desde el Renacimiento. Algunas fuentes hablan de más de 200, con muchos nombres ilustres: de Pergolesi (cuya música usó Bach, quien sin embargo no compuso su propio 'Stabat Mater'), Desprez y Palestrina a Penderecki, Pärt, Jurado y Jenkins.

Uno de los más célebres es el de Dvorák, teñido de dolor porque está escrito en el año transcurrido entre la muerte de tres de sus hijos. El compositor elaboró una obra de gran ambición, por su longitud y por los medios requeridos, incluido un gran coro. Los aficionados están más acostumbrados a un Dvorak enérgico o rítmico que al que se encontrarán aquí, más recogido y concentrado. Pero su música es muy identificable. Y este Dvorak doliente es tan auténtico como el otro. Una oportunidad inmejorable de escuchar una obra fácilmente localizable en disco pero mucho más difícil de escuchar en vivo.

El Festival de Teatro de Santurtzi nos acerca este fin de semana 'El viento es salvaje', la obra de Las niñas de Cádiz que ganó el Max al mejor espectáculo revelación en 2020. A través de la historia de dos amigas que se quieren como hermanas, plantean una reflexión lúdica y «jonda» sobre la suerte, los celos y la culpa, las pasiones y los amores prohibidos. Como si Fedra y Medea vivieran hoy en día en Cádiz, «una ciudad de perfil macondiano donde los elementos cotidianos adquieren una dimensión mágica», explica el equipo artístico.

La obra lleva el sello personal de la ciudad, de esta compañía que fusiona elementos del folclore con la tradición culta, siempre desde el humor, y de su amigo José Troncoso. El director, actor y dramaturgo gaditano colabora en la dirección con Ana López Segovia, autora del texto que también actúa junto a Alejandra López, Teresa Quintero y Rocío Segovia. El resultado es «una tragedia en verso, con todos los elementos clásicos del género pero atravesada por la carcajada, porque sabemos que en toda historia terrible hay una paradoja que puede llevar a la comedia; y al contrario, en todo arranque de humor hay un fondo de tragedia».

Este fin de semana, en Santurtzi, tenemos otra oportunidad de ver 'El viaje a ninguna parte', la coproducción del Arriaga y el centro cultural Fernán Gómez que tanto ha conectado con el público en Bizkaia y en Madrid. La obra rinde un sentido homenaje al oficio con la mirada y el lenguaje de Fernando Fernán Gómez, «un cómico, hijo de cómicos, criado entre cómicos. Sabe de qué habla y cómo habla», recuerda el director, Ramón Barea, que interpreta al patriarca de los Galván, una compañía ambulante que va y viene con todo su oficio en las maletas por la España de la posguerra. Itziar Lazkano, Patxo Telleria, Mikel Losada, Irene Bau, Aiora Sedano, Diego Pérez y Adrián García de los Ojos, autor también de la música, dan vida al resto de la familia en este clásico cercano, una apuesta segura para todo tipo de espectadores. Con escenografía de Jose Ibarrola, el montaje cuida los detalles y depara momentos divertidos y emocionantes.

El Festival de Títeres de Bilbao comienza este sábado su 40 edición y vuelve a demostrar el abanico de posibilidades de estos espectáculos, mucho más amplio de lo que parece a primera vista. Este año se pone el foco en las mujeres creadoras, que presentan tres espectáculos. Yael Rasooly trae desde Israel 'Paper Cut', un montaje que ha recorrido el mundo cosechando premios y que cuestiona los mitos del amor romántico. Andrea Cruz presenta un thriller basado en una historia real, el asesinato de Ingeborg Schaefer en el taller de Ibiza donde trabajaba con sus marionetas en 1977, y Andrea Díaz Reboredo se inspira en el teatro de objetos para hacer un recorrido por la memoria y reflexionar sobre los espacios y su significado. El programa incluye también otras propuestas para todos los públicos, desde 'Los hilos de la música' que mueve Antama Pantahou hasta el 'Quijote' mudo y sin embargo elocuente de Bambalina, un espectáculo con premios internacionales considerado la obra maestra de esta compañía valenciana.

Llega esta semana al Festival de Teatro de Santurtzi 'Conservando memoria', un delicado espectáculo de teatro de objetos de El patio avalado por el premio Feten 2020 a la mejor autoría y los obtenidos en el Festival Violeta 2019 y la Fira de Titelles de Lleida. Izaskun Fernández y Julián Sáenz-López «construyen, escriben, dirigen, iluminan y juegan» con historias que brotan de la emoción ante lo cotidiano. «Este viaje es un juego de preguntas a mis abuelos y a mis abuelas, mi deseo de conservarlos conmigo, mi pirueta personal para esquivar la ausencia, mi homenaje a cuatro personas importantes en mi vida, mi deseo de conservar su memoria, de embotarla», dice la autora. Junto a ella aspiramos el aroma de los recuerdos y nos preguntamos qué ingredientes necesita una vida para ser extraordinaria.'

'Tratando de hacer una obra que cambie el mundo' es una obra de la compañía chilena La Re-sentida que plantea una discusión crítica sobre el papel de los artistas en la sociedad contemporánea. ¿Para qué sirve el teatro? ¿De verdad puede cambiar el mundo? Estas preguntas no dan lugar a un debate sesudo, sino a una comedia con mucho ritmo dirigida por Javier Liñera. En la última producción de Pabellón 6, Juana Lor, Ainhoa Artetxe, Graciela Doniz y Haizea Águila interpretan a cuatro actrices que llevan años encerradas en un antiguo teatro con un empeño tan noble como difícil de cumplir. Con personalidades muy diferentes que iremos descubriendo, se les ocurren ideas delirantes y a veces contradictorias. Llevan la situación al límite en una obra divertida donde la reflexión va por dentro, teatro de personajes que se apoya en el exigente trabajo de las intérpretes

Los protagonistas de esta obra rondan los cuarenta y no tienen nada de lo que la sociedad supone que deberían de tener a esta edad. Ni hijos, ni pareja, ni dinero, ni casa...Se consideran a ellos mismos unos perdedores, pero se equivocan. Aitziber Garmendia y Jon Plazaola nos acercan su historia en euskera en esta comedia de Marta Buchaca (de quien vimos en Aste Nagusia 'Rita', con Carlos Hipólito y Mapi Sagaseta) sobre cómo superar nuestros miedos y limitaciones para dejar de ser infelices.

'Atzerrian lurra garratz' es la representante del teatro en euskera en el Festival de Santurzi. La obra de Artedrama toma su título de un refrán, 'En patria extraña la tierra es agria..' y se basa en parte en las vivencias de la actriz Laura Penagos, colombiana afincada en Euskadi, que se hace preguntas como ¿hasta cuándo vamos a ser migrantes las personas que nacemos en otro lugar? La trama es una ficción escrita por los dos intérpretes –Penagos y Ander Lipus– y la directora, Amancay Gaztañaga. Cuentan la historia de Aurora Mora, que trata de dar los últimos retoques a su instalación artística cuando recibe la llamada que dará un vuelco a su vida. Plantea una reflexión sobre su realidad como inmigrante, como mujer y como creadora. ¿Es posible tener sueños propios a pesar del peso de la familia y la patria? Quizá tenga que escoger el rumbo de su vida en una sola noche.

Jone y María, dos adolescentes que viajan a Estados Unidos para estudiar un año, son muy distintas: la primera está llena de ilusiones y la segunda de prejuicios, pero ambas viven situaciones que contradicen sus expectativas sobre la sociedad estadounidense. Esta producción de Tanttaka, que llega a Mungia en su versión en euskera, interpela y atrae al público joven. Miren Arrieta y Nerea Mazo hablan su idioma en un montaje muy cuidado –con texto de Patxo Telleria, dirección de Mireia Gabilondo y escenografía de Fernando Bernués– que incluye bailes, música en directo y rap.

La compañía getxotarra Utopian actúa esta semana en casa, en Muxikebarri, con su personal revisión de un clásico lorquiano. En su versión de 'La casa de Bernarda Alba' pone el acento en la denuncia de la situación de la mujer en la época, sometida a la injusticia de una educación sexista y a la marginación «a través de los conceptos enfrentados de moral y decencia».

Visitar una exposición siempre supone una evasión. Si la propuesta es sólida, la experiencia puede convertirse en una inmersión en otra realidad de la que no podremos escapar fácilmente. Una muestra de arte de calidad siempre nos deja retazos en la memoria, ganas de saber más, de descifrar códigos, de conocer al artífice y su trayectoria. 'Leku bat, Hemen' proporciona esa inquietud y, además, nos ofrece una fuga inmediata del entorno urbano ¿Qué galería nos puede conducir al siglo XVI? El Museo de Arte Sacro, una institución que destila historia, nos invita a un periplo por la plástica de inspiración religiosa y, además, ahora nos regala una exposición de arte contemporáneo con vistas a su hermoso claustro.

La muestra de la joven Maddalen Pinuaga habla de lugares que no son reconocibles, sugiere paisajes y atmósferas. El trabajo es sobrio, de cromatismo sucinto, entre tonalidades verdosas y azuladas, frías, y la composición se estructura en bloques de color. El espectador se encuentra ante un homenaje a la pintura, clásica, sin mixturas de ningún tipo, y a la facultad que las manchas tienen para activar nuestra imaginación y, tal vez, evocar costas del Mar del Norte, brumosas, azotadas por el viento, desoladas.

La autora habla de propiciar encuentros, que el visitante se enfrente al lienzo e intente penetrar en el interior de los planos, que a nosotros nos parecen el camino tortuoso hacia los acantilados, como si se tratara de una agitada marina inspirada en el romanticismo alemán. No hay prisa. Siempre hay tiempo para volver y recobrar la paz paseando por el antiguo convento, en el corazón del Bilbao primigenio.

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