Los mejores planes culturales para este fin de semana

Javier Cercas se documentó tan a fondo sobre el 23-F para escribir 'Anatomía de un instante' que encontró todo el material que necesitaba sin recurrir a la ficción. «No hace falta entrar en leyendas urbanas porque lo que se sabe ya es suficientemente interesante», dice Álex Rigola, director de la obra que llega este fin de semana al Arriaga. El espectáculo es fiel al libro, un montaje de teatro documento que por momentos parece un thriller, «una película de espías». Cuatro actores de distintas generaciones –Pep Cruz, Xavi Sáez, Eudald Font y Roser Vilajosana– narran lo que sucedió y reproducen algunos diálogos ante imágenes de gran formato en blanco y negro que hablan por sí solas. La atención se centra en Adolfo Suárez, Santiago Carrillo y Gutiérrez Mellado, los únicos que permanecieron en sus escaños cuando Tejero entró a tiros en el hemiciclo, aunque también tiene protagonismo la figura del Rey. En 75 minutos recibimos una lección de Historia que, como es habitual en el teatro de Rigola, nos lleva a reflexionar sobre nuestro presente.

Concha es una mujer casada y madre de dos hijos que regenta una panadería y lleva una vida tranquila hasta que un vídeo suyo de hace 15 años, manteniendo relaciones sexuales con quien entonces era su pareja, empieza a correr por las redes sociales. El Teatro Barakaldo estrena en Euskadi esta coproducción del Centro Dramático Nacional, El Silencio Teatro e Iria Producciones escrita y dirigida por Sandra Ferrús, que también actúa junto a César Cambeiro, Elías González, Susana Hernández y Martxelo Rubio. La autora, afincada en San Sebastián, escribió el texto gracias a la beca de Nuevas Dramaturgias que conceden los teatros de las tres capitales vascas. Le mueve el deseo de «parar la cadena» de rabia, impotencia, vergüenza y dolor que desencadenan los mensajes escondidos bajo perfiles sin nombre y mil veces reenviados. Nos pone en los zapatos de esta mujer para saber qué se siente, hasta dónde llega el daño que podemos hacer con un solo clic, y también «para abrazarla», a ella y a su familia.

'Tratando de hacer una obra que cambie el mundo' es una obra de la compañía chilena La-Resentida que plantea una discusión crítica sobre el papel de los artistas en la sociedad contemporánea. ¿Para qué sirve el teatro? ¿De verdad puede cambiar el mundo? Estas preguntas no dan lugar a un debate sesudo, sino a una comedia con mucho ritmo dirigida por Javier Liñera. En la última producción de Pabellón 6. Juana Lor, Ainhoa Artetxe, Graciela Doniz y Haizea Águila interpretan a cuatro actrices que llevan años encerradas en un antiguo teatro con un empeño tan noble como difícil de cumplir. Con personalidades muy diferentes que iremos descubriendo, se les ocurren ideas delirantes y a veces contradictorias. Llevan la situación al límite en una obra divertida donde la reflexión va por dentro, teatro de personajes que se apoya en el exigente trabajo de las intérpretes.

Nacido en Madrid en el seno de una familia surcoreana tradicional y religiosa, Aaron Lee cuenta en 'Yo soy el que soy' lo mucho que le ha costado vivir en libertad con su propia identidad. Violinista desde niño, con poco más de veinte años entró en la Orquesta Nacional de España y ganó varios premios. Era lo que esperaban sus padres, ella pianista y él director de orquesta. Sin embargo, no aceptaron su homosexualidad y fue maltratado e incluso secuestrado para tratar de reeducarle. En la adaptación teatral de su autobiografía, una producción de la Fundación Arte Que Alimenta creada por él, Aaron Lee se expresa a través del violín mientras la actriz María Romero interpreta su historia, «un canto a la tolerancia, al amor y a la superación».

Los Remedios es un barrio de Sevilla construido en los años 50 que, como cualquier barrio en cualquier ciudad, deja marca en sus habitantes. Esta producción de La_Compañía exlimite que llega al Festival del Teatro de Santurtzi tras pasar por el Centro Dramático Nacional parte del deseo de explorar esa huella en dos amigos que crecieron en un ambiente tradicional, devoto de la Semana Santa y la Feria de Abril, sintiendo que no encajaban. Fernando Delgado-Hierro y Pablo Chaves son los creadores e intérpretes de este trabajo de autoficción «destructiva» en el que se interpretan a sí mismos y regresan al escenario de su infancia para buscar lo que queda en ellos de ese barrio, quizá una verdad más profunda de la que esperaban. Recrean escenas y se desdoblan en muchos personajes en un ejercicio de «genealogía teatral» que la crítica ha calificado de brillante.

Llega también a Santurtzi 'Principiantes', la adaptación teatral de uno de los relatos más conocidos de Raymond Carver, publicado en 1981. Cuatro personajes, un matrimonio veterano y una pareja joven en todos los sentidos, charlan sobre el amor y comparten experiencias en una larga sobremesa, regada con abundante alcohol. Dirigido por Andrés Lima, el espectáculo recupera también otros pasajes de la obra de Carver para lograr una inmersión en su universo literario. Cuando la obra se representó en el Arriaga brilló con luz propia la interpretación de Javier Gutiérrez, bien acompañado por Mónica Regueiro, Daniel Pérez Prada y Vicky Luengo. Solo por eso ya merece la pena verla.

María Goiricelaya escribe y dirige una ficción basada en las actas judicialesdel 'caso Alsasua', desde la noche de la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en el bar Koxka hasta la sentencia, que ha sido recurrida ante el Tribunal de Estrasburgo. La obra ha recibido buenas críticas tras su estreno en el Arriaga, con cuatro actores que van cambiando de papeles y muestran «diferentes sentires y dolores». También se recrean escenas familiares y algunas conversaciones en prisión. Su objetivo es aportar «una mirada sanadora» y generar debate en torno al papel de la justicia, que se pone en el centro de la función. 'Altsasu' se enmarca en un proyecto de nuevas dramaturgias que aspira a «restañar heridas y desvelar las cicatrices» dentro de una comunidad, con la participación de autores españoles y colombianos.

Los actores Mikel Martinez e Irati Agirreazkuenaga encarnan a diferentes personajes, a veces actuando y a veces leyendo, en esta lectura dramatizada de textos seleccionados de Darío Fo ('Misterio Bufo', 'Muerte inesperada de un anarquista') y Franca Rame ('Andrea en su soledad', 'Todos tenemos la misma historia'...) La obra parte de cuidadas traducciones al euskera (una de ellas realizada por el propio Martinez) e incluye información sobre la pareja para ayudarnos a conocer su trayectoria, su personalidad y su compromiso con la vida.

Completa el intenso fin de semana teatral en Santurtzi esta comedia estrenada en el Festival de Teatro de Mérida y protagonizada por Pablo Carbonell. A partir de textos de Plauto adaptados por Eduardo Galán, pretende divertir al espectador con una trama de enredo y asombrarnos por la modernidad de sus planteamientos al abordar temas como la corrupción, la lujuria y la codicia desbocada.

Antonia San Juan y Nuria Roca, esta última en su debut sobre las tablas, interpretan 'La gran depresión', el vodevil al que hace una década dieron vida Loles León y Bibiana Fernández. Félix Sabroso, autor del texto original junto a Dunia Ayaso, adapta y dirige una versión renovada de esta historia que reúne a dos amigas tras años de separación. Con personalidades antagónicas –juntas son «una olla a presión a punto de explotar– se reencuentran en un momento de crisis personal para una de ellas, lo que da pie a tratar temas como la búsqueda de la felicidad, la madurez y los autoengaños en clave de comedia.

Fueron los dos compositores que dominaron el campo de la ópera en la segunda mitad del siglo XIX. Nacidos en 1813, con menos de cinco meses de diferencia, marcan sendas líneas de evolución del género que tendrán gran influencia en las siguientes generaciones. Wagner y Verdi suman legiones de seguidores que con frecuencia desprecian la obra del otro. Además, las exigencias vocales de sus óperas son tan distintas que escasean los cantantes que tienen roles de ambos en sus repertorios, más allá de pequeñas piezas. Uno de ellos es el estadounidense nacido en Ohio Lester Lynch, invitado especial de los conciertos de la temporada de abono y la de cámara de la Sinfónica de Bilbao (BOS).

Lynch ha trabajado más papeles de Verdi en su carrera (tiene en el repertorio la casi totalidad de los roles importantes para barítono), pero hay también un puñado de los escritos por Wagner. En el concierto de la temporada de abono, abordará arias de 'Macbeth' y 'Otelo' en la primera parte y 'La Valquiria' en la segunda, que irán intercalados con piezas orquestales de 'La forza del destino', 'Aida', 'Lohengrin' y de nuevo 'La Valquiria'.

En el concierto de la temporada de cámara, Lynch se pone intimista. El ciclo 'Dichterliebe' (Amor de poeta), sobre textos de Heine, abrirá la función, que continuará de forma más ligera, con canciones de Samy Moussa, Charles Ives y Cole Porter. La implicación del director titular de la BOS, Erik Nielsen, es total, puesto que empuñará la batuta en los dos conciertos Verdi/Wagner y luego acompañará al barítono al piano en esta segunda propuesta.

Llevamos un tiempo oyendo hablar de cuerpos no normativos en escena, que como todo el mundo sabe no abundan (lo que significa que no se programan, no que no existan); reivindica esta expresión que tengan su espacio en las artes escénicas los cuerpos de personas no tan jóvenes, no tan delgadas, no tan blancas... y sin duda no tan flexibles, dinámicas, rápidas o con capacidad de movimientos de los considerados normales por la tradición dancística. Las jornadas que se desarrollan estos días en AZ nos dan la oportunidad de ver a algunos de los colectivos que están trabajando y que no disponen de espacios de exhibición habitualmente. Es el caso de 'Habrá que ponerse cachas', que está esta tarde en el edificio de la Alhóndiga: Ebi Soria Coron y Xabier Madina Manterola se ponen a disposición de Maylis Arrabit para mostrar lo que, en silla de ruedas y sin ella, pueden hacer los cuerpos en movimiento. Y es mucho, y es variado, y es arte que merece ser visto.

El domingo es el turno del ballet con una de sus estrellas, la vasca Lucía Lacarra. 'In the Still of the Night' se presenta como un viaje nocturno por la relación de dos personajes – Lacarra está acompañada por Matthew Golding– y al mismo tiempo por el cine y la música de los años sesenta, con un vestuario inspirado en la estética de esta década, con melodías de Philip Glass, Ben E. King & The Drifters, Edith Piaf, Max Richter, Righteous Brothers, The Ronettes... Un aire de producciones como 'Grease' y 'Ghost' sobrevuela el montaje, que podrá verse en el Teatro Arriaga.

Y para conocer lo último de lo último, el festival ACT, que viene cargado de propuestas de danza de nuevos creadores a Barakaldo y a Bilbao. Hay programa hasta el domingo, con sesiones como la triple organizada en el Campos hoy mismo –'Arma tiro pum' de Aitor Vinagret, 'Culpabilidad' de Frequensi Dance Company y 'Sono solo tuo padre' de Bellanda company/Giovanni Gava L.– y mañana en el Teatro Barakaldo -'Flaw' de Hye-ri Park, 'Between' de Flirty Horse, '#Lovewins' de Mutuo-.

La Sala Rekalde nos ofrece un viaje por tres décadas de trabajo de la autora donostiarra.

Contemplar una retrospectiva constituye una de las experiencias más gratificantes para un espectador de arte. El recorrido por la trayectoria creativa de un artista nos proporciona claves que, a menudo, no resultan tan evidentes en la exposición de un solo proyecto. Las antológicas son un sugerente viaje por el tiempo en el que se concentran diferentes capítulos y ese itinerario, tan didáctico, nos permite comprender y disfrutar mucho más de su propuesta. La muestra 'Las siete ventanas' de Idoia Montón nos ofrece esa posibilidad.

Recomendamos este paseo por tres décadas de trabajo de una de las artistas más interesantes de su generación. Ella aborda la figuración desde su peculiar mirada y, a través de los diversos espacios de la Sala Rekalde, comprobaremos como su observación parte de lo cotidiano y se despliega hacia otros intereses. La atmósfera de su estudio y todo aquello que se advierte a través de la ventana es el punto de partida y, a partir de ahí, sus inquietudes abren nuevas perspectivas, el collage se suma al dibujo y la pintura, y los temas se diversifican.

La literatura y la historia del arte nutren una obra cada vez más compleja, con piezas de composición barroca, donde el tiempo y el lugar aparecen trastocados. La realidad ya no aparece retratada de forma sencilla y directa, a pesar de que la creadora aumenta sus registros e incluye la fotografía. Montón construye otros mundos paralelos, surrealistas, enigmáticos, sin desprenderse nunca de la figura. El último apartado, relacionado con su estancia en Kurdistán, no es el final. Ella nos deja su ventana abierta para que sigamos interesándonos por esa exploración, un proceso en curso y una invitación sumamente atractiva.

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