El gran convento de San Francisco y el cuartel
Visita al yacimiento de la plaza del Corazón de María en Bilbao, donde habitaron los franciscanos y posteriormente el ejército carlista
Descendemos varios metros de suelo y unos cuantos siglos, hasta finales del XVI, para saber más sobre el bilbaíno yacimiento de la plaza del Corazón ... de María. En esa época existía en la zona un convento, el de San Francisco, que acabaría dando nombre al barrio. «El edificio destacaba en Bizkaia por su dimensión y porque le fue concedida la cédula para el uso de las armas de Carlos V, es decir, por su título imperial. El terreno para levantarlo fue cedido por Juan de Arbolantxa gracias a una bula expedida desde Roma por el papa Sixto IV, en un enclave donde solo había viñedos», explica Itziar Martija, responsable de Educación del Museo de Reproducciones, que gestiona las visitas.
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Durante estas citas culturales se contemplan diversas fases constructivas del conjunto, desde los primeros vestigios del inmueble hasta su demolición en el XIX, y la reconversión en el desaparecido Cuartel Príncipe Don Alfonso, que conserva ciertas estructuras. «En el caso del convento, quedan restos de la antigua iglesia, el claustro y la sala de terciarios. Hay que recordar que la orden franciscana se creó en el siglo XIII; había frailes y monjas, pero una tercera categoría apareció en el XVII, la de los terciarios, seglares que querían formar parte del espíritu franciscano», repasa.
De convento a cuartel
El declive del edificio comenzó en el siglo XVIII. Para aprovecharlo, decidieron convertirlo en cuartel del ejército carlista hasta la demolición y nacimiento del siguiente inmueble. «Se han descubierto la trasera del módulo central, donde se cree que estaba la escalera, y un pozo», añade Martija. Para transportar al público hasta aquel momento, durante el recorrido la cicerone acude a imágenes de la Bizkaia del XVIII y XIX, el cuartel y sus estructuras, la fachada... Además, debido al cierre actual del Euskal Museoa, hay piezas procedentes del mismo como una secuencia de escudos de Bilbao o la puerta que lucía San Juan Bautista de Sondika, ejemplo práctico de cómo eran los portones antaño. Más la lápida de la primera víctima fallecida a consecuencia de una de las guerras carlistas.
Tras descubrir los primeros vestigios, en el año 2007 se decidió ampliar la excavación. «Durante la visita no solo explicamos las ruinas, también surgen anécdotas como que por aquellos años existía el rumor de que los franciscanos colaboraban con los carlistas, algo probado tras hallar un crisol para fundir balas y otros objetos de carácter bélico», comenta la guía. Curiosamente, al informarse para preparar esta cita, ella misma descubrió que su abuelo había estado acuartelado allí y que su padre era un terciario. «Entendí cosas que escuchaba en casa cuando era niña sin saber de qué hablaban, la razón de que mi padre fuese habitualmente a la parroquia de San Francisco en Irala», admite.
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La visita
El convento contó con un coro importante en la capital. «Su maestro era muy bueno, componía obras propias y en Navidad mucha gente acudía a escuchar los conciertos de sus villancicos», agrega.
Si deseas aprender más sobre este yacimiento urbano puedes apuntarte a las visitas guiadas. Las reservas, adaptadas a las necesidades de los grupos, deben sumar al menos diez personas (teléfono 944150231). Es posible visitar el yacimiento por libre, de martes a viernes de 10.00 a 13.30 y de 16.00 a 19.00 horas. En este caso, el museo facilita información para salir de allí con la lección aprendida.
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