El árbol de la floración temprana y los frutos ricos

Las flores del almendro son de color blanco o rosado, con cinco pétalos y un aroma delicado. Aparecen antes que las hojas, y el árbol se ve cubierto de flores en su totalidad. Son polinizadas principalmente por abejas o abejorros. Todo un espectáculo para las miradas cansadas de los colores apagados. Ya después van emergiendo de ellas brotes verdes y al de seis meses puede recolectarse su preciado fruto, que se emplea en la alimentación y en la industria farmacéutica y cosmética. España es, junto a otros países mediterráneos y Estados Unidos, uno de los principales productores del mundo. En los últimos años se ha incrementado su cultivo, con más de 700.000 hectáreas de superficie destinadas a este fin.

La especie procede del suroeste de Asia, pero fue importada y distribuida por toda Europa por los romanos hace más de 2.000 años. Requiere un cierto número de horas de frío para florecer correctamente. Adelanta la floración cuando los inviernos son suaves y la retrasa cuando se han producido heladas. Un incremento excesivo de las temperaturas podría afectar directamente a la reducción de su área de distribución y a una disminución en la producción de almendras, según los científicos Natalia y Carlos Cano Barbacil y Javier Cano, de la Universidad Autónoma de Madrid, el Senckenberg Research Institute and Natural History Museum de Frankfurt y la Agencia Estatal de Meteorología. Los expertos indican que la floración en el centro peninsular ya se está adelantando de manera significativa.