Una secuencia de 'Spotlight'.

Periodistas de Oscar

Nominada a los Globos de Oro y ganadora de los premios de la crítica estadounidense, la estupenda 'Spotlight' reivindica el buen periodismo

Oskar Belategui

Jueves, 10 de diciembre 2015, 12:53

"En aquellos días, un periodista era una mezcla de detective privado y de poeta", contaba Billy Wilder, que fue reportero en Viena y Berlín en los años 20. "Si eras bueno, podías mejorar la historia; te sentías como un inventor, un dramaturgo. Dabas rienda suelta a lo que había en tu interior: la historia empezaba como algo bastante simple y tú la convertías en 'Los tres mosqueteros'". Wilder habló de periodismo en 'El gran carnaval' y 'Primera plana', donde cualquiera con un cargo de poder era igual de corrupto. Mostraba a profesionales capaces de cualquier cosa por una exclusiva. Su trabajo era su forma de vida. "La noción de una familia era algo imposible para el lobo solitario".

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Los periodistas han conformado un subgénero cinematográfico con unos cuantos títulos memorables. ¿Qué es una obra maestra como 'Ciudadano Kane', sino un trabajo de reporterismo que indaga en la personalidad del magnate de la prensa Charles Foster Kane? 'Primera plana' y su antecesora, 'Luna nueva' (ambas se basan en la misma comedia teatral), unían un enredo romántico con personajes que, en el fondo, eran incapaces de vivir fuera de una redacción. El Marcello Mastroianni de 'La dolce vita' diseccionaba la alta burguesía italiana con su crónica social. Desde la cinta de Fellini se llama a los fotógrafos en busca de exclusivas 'paparazzi'.

Ya en los años 70, el periodismo de investigación inspiró filmes tan brillantes como 'Todos los hombres del presidente', la crónica del Watergate desvelada por los periodistas del 'Washington Post' Bob Woodward y Carl Bernstein. Un canto a la integridad y a la persistencia como claves de un oficio. Mucho más amarga y premonitoria fue 'Network, un mundo implacable', donde ya se anticipaba que la información televisiva acabaría convertida en espectáculo. Todo vale en la lucha por la audiencia.

'El año que vivimos peligrosamente' cimentaría el estereotipo del reportero de guerra, que se jugaba el tipo en el último confín del mundo. Una vida canalla entre balas y alcohol, que todavía no sufría otra penuria de nuestros tiempos: la inestabilidad y la precariedad laboral. La condena a la censura y la nostálgica reivindicación de la independencia profesional en 'Buenas noches, y buena suerte' sabía a poco frente a la mejor película de periodismo estrenada en los últimos años: 'Nightcrawler'.

Jake Gyllenhaal protagonizaba esta feroz y siniestra sátira/parodia del periodismo audiovisual actual, donde lo único que cuentan son los visionados en YouTube. No sabemos si su protagonista tiene pocas luces o es muy listo. Solo que es el mejor a la hora de conseguir imágenes de impacto por su absoluta falta de ética profesional. Nunca se ha hablado con tanta dureza y verosimilitud del sensacionalismo y de los buscadores de carroña. A su lado, 'El gran carnaval' parece 'Bambi'.

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El buen periodismo

Ante este panorama resulta reconfortante 'Spotlight', una reivindicación del buen periodismo que todavía se practica en diarios con las redacciones diezmadas. Nominado a los Globos de Oro como mejor drama, el filme dirigido por Tom McCarthy, autor de las deliciosas 'Vías cruzadas' y 'The Visitor', ha arrasado en los premios de las asociaciones de críticos de Estados Unidos (Boston y Los Ángeles). "Absorbente" y "apasionante" son los calificativos que más se repiten en las críticas de una película que la distribuidora eOne estrenará en España el 29 de enero. Será una de las grandes contendientes en los Oscar.

Presentada en la última Mostra de Venecia, 'Spotlight' toma su nombre de la unidad de investigación del 'Boston Globe', que en 2003 ganó el Premio Pulitzer al servicio público por sacar a la luz una amplia trama de encubrimiento de casos de pederastia en la archidiócesis de Boston. Rachel McAdams, Liev Schreiber, Mark Ruffalo y Michael Keaton protagonizan una cinta de periodistas en la era preinternet, cuando la paciencia y la confirmación de datos todavía no había sido sustituida por los tuits apresurados. Un grupo de profesionales que no solo se enfrentaba a una estructura cerrada como la Iglesia católica, sino a un entramado social y político corrupto.

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Tal como hacía David Fincher en 'Zodiac', 'Spotlight' reivindica el periodismo tradicional de investigación, el que salta sin prisas de la mesa del despacho a las calles, en este caso una diócesis donde campan a sus anchas más de setenta curas pedófilos. Un 'thriller' que proporciona el placer de ver a profesionales haciendo bien su trabajo. Como lamenta Tom McCarthy: "Estoy sumamente preocupado por la escasa presencia en la actualidad del periodismo de investigación de calidad, comparado con lo que había hace 15 años. Vi esta película como una oportunidad de predicar con el ejemplo: aquí tenemos la clase de impacto que se puede producir cuando se cuenta con periodismo bien pagado hecho por profesionales con experiencia. ¿Qué podría ser más importante que el futuro de nuestros hijos?".

17.300 víctimas

La investigación del 'Boston Globe' se tradujo en 600 artículos sobre los abusos sexuales a miles de niños por parte de cientos de sacerdotes, no solo en Boston, sino por todo el país. Una historia que literalmente se extendió por el mundo. El volumen de las cifras impresiona. En todo Estados Unidos, 6.500 sacerdotes han sido acusados de abusar sexualmente de 17.300 víctimas (solo en Boston fueron acusados 250 curas). Gracias al trabajo periodístico, el cardenal Bernard Law dimitió de la archidiócesis de Boston y fue trasladado a Santa María la Mayor, en Roma. El Papa Francisco siempre ha evitado encontrarse con él: "No quiero que frecuente este basílica", dijo.

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'Spotlight' reivindica el cine que en los 70 practicaron directores como Alan J. Pakula y Sidney Lumet. Muestra la lucha de periodistas contra el clero degenerado y contra un grupo de abogados que convirtieron el maltrato infantil en una rentable industria. También el tesón de sus jefes, que aguantaron las presiones mientras buscaban financiación para la investigación. Reporteros que se atrevieron a desafiar una institución intocable y que tuvieron que ganarse la confianza de las víctimas de abusos, traumatizadas de por vida.

"Esta historia no trata de despotricar contra la Iglesia. Trata de preguntar: ¿Cómo pudo suceder algo así? ¿Cómo pudieron producirse estos abusos durante décadas sin que la gente se pusiera en pie y dijera algo?", se pregunta Tom McCarthy. Uno de los grandes méritos de 'Spotlight' es su brillante guion, obra de Josh Singer, que debutó en cine con el drama sobre Wikileaks 'El quinto poder', después de haberse curtido en series de televisión como 'Fringe', 'Ley y orden' y 'El ala Oeste de la Casa Blanca'. Los actores conocieron a los periodistas reales y pasaron muchos días en el 'Boston Globe'.

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'Spotlight' defiende la manera de trabajar del mejor periodismo americano, que recurre a la figura del verificador de datos y contrasta mil veces las fuentes. Como bien resume la productora Nicole Rocklin, no hay nostalgia sino un grito de alarma ante el cierre de periódicos que ha llevado al paro a periodistas en todo el mundo: "Tras recortar los presupuestos del modo que lo han hecho, ¿quién va a contar con el personal y los recursos para abordar historias así? Si estos periodistas no hubieran dedicado a esto años de sus vidas, ¿habría salido alguna vez a la luz?".

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