Tutoría en las empresas, la próxima frontera a conquistar
Con la reforma laboral, el contrato de prácticas introduce por fin las figuras del tutor y del plan formativo individual
La reforma laboral, en vigor desde el 30 de marzo, establece dos modalidades de contratos formativos: en alternancia trabajo-formación y para la obtención de ... la práctica profesional adecuada a los estudios.
En el tradicional contrato de prácticas, no sólo se cambia su denominación, también se modifican algunos aspectos sustanciales: se suscribirá dentro de los tres años siguientes a los estudios (cinco años para las personas con discapacidad); será por un periodo mínimo de seis meses y un máximo de doce; y tendrá la retribución y se desarrollará en los puestos, actividades y niveles que establezca el convenio de la empresa o del sector.
Además, el nuevo contrato introduce -¡por fin!- las figuras clave de la tutoría y del plan formativo individual con el objetivo de que la persona pueda adquirir la experiencia adecuada para el desempeño de un trabajo ajustado a su nivel formativo y competencial, para lo que la empresa deberá asignar a una persona tutora. La Fundación Novia Salcedo (NSF) ya viene aplicando desde hace años en los convenios para prácticas no laborales con sus empresas colaboradoras estos dos pilares esenciales para involucrar a la empresa en la atracción y desarrollo del capital humano.
De forma literal, la reforma laboral señala que, en los contratos de carácter formativo, «la empresa elaborará el plan formativo individual en el que se especifique el contenido de la práctica profesional, y asignará tutor o tutora que cuente con la formación o experiencia adecuadas para el seguimiento del plan y el correcto cumplimiento del objeto del contrato».
Novia Salcedo está gestionando en la actualidad más de 1.600 oportunidades de desarrollo profesional en empresas para jóvenes de menos de 30 años, de los cuales casi 900 son ofertas de empleo, algunas como entidad colaboradora de las instituciones públicas de empleo del País Vasco y del Estado, y subvencionadas con fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la UE. La fundación sigue en todas ellas una metodología perfeccionada a lo largo de 42 años, con la firma de un convenio entre la institución pública o la empresa, la persona joven y la fundación, que regula todos sus términos: plan de trabajo individualizado, objetivos de la beca, remuneración, seguros, funciones, evaluación... y que desde hace años incorpora la figura de la persona tutora encargada de asegurar la calidad de la formación, integración e innovación de la persona becada durante ese periodo de prácticas.
El informe realizado por Novia Salcedo para Unibasq en el año 2017, en el que se analizó la experiencia de prácticas de 82 jóvenes, encontró también una fuerte correlación entre, por una parte, variables de la práctica condicionadas por la actuación del tutor o tutora (como son la transparencia y el diseño de la tarea) y, por otra, la satisfacción de la persona joven con la práctica y su percepción de mejora de la empleabilidad.
El conjunto de las acciones realizadas por la fundación para lograr que las empresas de acogida sean un espacio formador para las personas jóvenes ha dado lugar a la creación de la Escuela para la Tutoría de Novia Salcedo. En la actualidad, la actividad de las personas tutoras se monitorea a través de cuestionarios de seguimiento. Se ha diseñado un itinerario formativo que cubre los elementos básicos de la tutorización, y la asistencia a las sesiones es obligatoria para las personas tutoras. En un proceso de innovación continua, NSF ha identificado la necesidad de implementar dos sesiones de seguimiento individual durante la práctica, en las que participen tutor, joven y una persona de NSF: una dirigida a la personalización del plan formativo; y otra sesión de cierre, en la que se evalúa su desarrollo profesional y competencial en relación al plan formativo ideado.
En esta misma línea, la UPV/ EHU tiene previsto poner en marcha el curso complementario Escuela de Tutoría, «como agente estratégico en la empleabilidad de las personas jóvenes», en palabras de Edurne Martínez Moreno, profesora agregada de la Facultad de Psicología y futura directora académica.
Como señala Martínez Moreno, «uno de los grandes retos de las sociedades actuales es mejorar la empleabilidad de los y las jóvenes. Para asegurar que las experiencias de prácticas en organizaciones aportan valor a la empleabilidad, la figura de la persona tutora es clave. A través de una metodología participativa centrada en el alumnado, el objetivo es dotar de conocimientos, competencias y herramientas clave para el desarrollo de una tutorización efectiva, donde prime la vocación formativa, y generar un espacio de reflexión, sensibilización y aprendizaje».
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