Inmunidad de grupo y empleo juvenil
Necesitamos solo un 35% de empresas e instituciones que asuman el cambio cultural de incorporar a los jóvenes
La pregunta correcta no es qué pueden hacer los distintos agentes sociales, o todos como sociedad, por mejorar el drama del desempleo juvenil. La pregunta ... correcta es cómo vamos a ser capaces de mantener una economía competitiva y una sociedad del bienestar, sostenible, si somos incapaces de implicar en la solución a la propia juventud.
¿Tienes una empresa, micro, media o macro, que debe enfrentarse a un mundo cada vez más competitivo y que requiere mayor y más rápida innovación, y que encima está sufriendo la grave crisis de la pandemia? Pues incorpora juventud. No tienen experiencia, pero están formados, globalizados, llenos de energía y tienen ganas de salir adelante. Son jóvenes: no es que conozcan las tendencias, las crean, y les necesitamos.
Si eres consciente de que debes adecuar tus procesos y servicios a nuevas demandas de cambio, crea entre tu personal directivo o empleado la figura del tutor y busca una institución que sepa cómo hacer que un periodo de prácticas se convierta en una ocasión para innovar, apóyate en las ayudas públicas para esas prácticas y crearás nuevos procesos y servicios y, casi con seguridad, un nuevo puesto de trabajo.
No es teoría, es práctica. El año pasado, casi mil jóvenes disfrutaron de una práctica empresarial formativa (no laboral, remunerada y regulada) con apoyo de la Fundación Novia Salcedo y, en algunos casos, también del Departamento de Empleo del Gobierno vasco. ¡En plena pandemia! Nos costó. Las empresas, en su mayoría micro, no querían, no tenían hueco. Hoy, 650 de esos jóvenes se han quedado en esas empresas, han 'creado' un puesto de trabajo que antes no existía o sólo se intuía. Y esas mismas empresas han descubierto la mejor manera de innovar basándose en las personas. Abrieron la puerta e invirtieron tiempo y energía en introducir en el meollo del negocio a los jóvenes.
¿Trabajas en una institución pública, en un servicio de empleo público o privado, y no sabes qué hacer para ofrecer un poco de esperanza a quienes se encuentran en desempleo y acuden a ti? Canaliza este mensaje y acciona teléfonos, mails y contactos para actuar y sumarte a la red en favor de la erradicación del desempleo juvenil. No esperes a que las empresas vengan. Incentiva su esfuerzo con tu ayuda. Demuéstrales que les compensa y que lo necesitan.
¿Diriges o trabajas en una universidad, centro de formación o entidad formativa cualquiera, privada o pública, y no sabes cómo acercar a tus jóvenes alumnos al mundo de la empresa? Mientras estudian, haz que adquieran las destrezas imprescindibles en el mundo de la empresa. A todos y de manera primordial, da igual que estudien Bellas Artes o Robótica. No pierdas más tiempo ni recursos en intentar adaptar sus estudios o conocimientos técnicos a unos puestos profesionales que cambian acelerada y constantemente.
Un axioma empresarial que poca gente cuestiona es la vital importancia de las personas en el desarrollo de las empresas a través de la aportación ordenada de sus actitudes y aptitudes. Debería ser también un axioma indiscutible en nuestra economía que la juventud debe estar en el centro de la empresa y su innovación, algo a lo que hacía referencia el lehendakari el 14 de diciembre en un acto de la Fundación Novia Salcedo: «La propia Naturaleza nos dice que la sociedad que no se renueva se marchita: la renovación viene de la mano de lo joven, y hoy día es justamente el empleo juvenil lo que se está quedando fuera del mercado laboral».
Después de años de experiencia con millares de jóvenes que han realizado prácticas no laborales en varios cientos de empresas vascas, fruto de un interés por darles oportunidades, y gracias al trabajo de acompañamiento y de formación de muchos tutores y tutoras, cientos de esos jóvenes se han incorporado al mundo económico. Sólo las propias empresas intuyen los nuevos y distintos procesos innovadores que les plantea un mercado cambiante y, por tanto, las nuevas competencias profesionales y los puestos de trabajo que necesitan.
Dicen que con un 70% de vacunados contra el covid alcanzaremos la inmunidad de grupo; en el empleo juvenil, necesitamos sólo un 35% de empresas e instituciones que asuman ese cambio cultural para invertir la tendencia; el problema es que a día de hoy no superan el 5%.
El empleo juvenil requiere de puentes sólidos para la transición desde los procesos educativos a los empresariales, con una metodología eficaz, un sistema regulado y durante unos periodos de tiempo limitados, de forma que el fraude y el abuso no tengan oxígeno suficiente para arraigar. Una inversión pública centrada en la juventud y unos tutores de empresa comprometidos resultan piezas clave para un cambio social y económico que deje de contemplar a los jóvenes como una carga y explote su potencial como una necesidad y una oportunidad.
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