Empoderamiento femenino, un movimiento que descoloca

En este largo camino, organizaciones de mujeres profesionales como Professional Women's Network (PWN Bilbao), dedicamos tiempo y recursos a trabajar con mujeres profesionales en su preparación para asumir roles de liderazgo y, con nuestras empresas, en el cambio cultural que favorezca el desarrollo de entornos más igualitarios y la incorporación de equipos directivos más equilibrados.

Hace dos años organizamos junto con la Bienal de Máquina-Herramienta el evento WIN, Women in Industry, con el objetivo de visibilizar a las mujeres, primeras espadas de empresas industriales en Euskadi, tecnólogas, empresarias y directivas con carrera profesional exitosa, que planteaban la existencia de barreras y brechas, muchas culturales, en organizaciones con preponderancia masculina, como es el caso de la industria o la tecnología.

Las conclusiones fueron claras. Existen sesgos de género en las empresas, provocados por estereotipos culturales e inconscientes, es decir, que no se reconocen ni se gestionan, ni a nivel colectivo ni tampoco individual y que limitan a la mujer en su desarrollo profesional, dificultan su ascenso profesional y provocan el estancamiento y a veces su salida de las compañías.

Realizamos, además, una encuesta entre los asistentes para conocer su percepción sobre el nivel de avance en igualdad. El resultado fue desalentador: el 30% reconocieron no disponer aún de planes de igualdad a pesar de ser obligatorios y el 45% no consideraban ningún avance en igualdad en los últimos tres años. Extrajimos una reflexión que nos preocupó: el tema de la igualdad está en todas partes, pero más en la superficie que en la gestión de verdad, es más moda y 'queda bien' que trabajo profundo y efectivo. El empoderamiento femenino a muchas personas les deja descolocadas, no entienden el porqué; el 28% (CIS de noviembre 2023) considera que se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad que ahora se está discriminando a los hombres.

En estos dos últimos años han ocurrido muchas cosas: el avance en la necesidad de información por parte de las grandes empresas (Directiva europea de Reporte en Sostenibilidad) con la exigencia de indicadores de participación de la mujer, en especial en puestos de responsabilidad; la aprobación de la ley de representación paritaria en los órganos de decisión que exige presencia del 40% en los consejos de administración, política y justicia, y la implementación de la ley de familias con el refuerzo del permiso parental y los de cuidados.

Avanzamos, sí, pero lentamente. Una parte importante de la sociedad (57,9% según el mismo CIS) considera que existen aún desigualdades entre hombres y mujeres y estas siguen estando subrepresentadas en cargos directivos y técnicos dentro de la industria, solo un 23,1% en las empresas que cotizan. Muchas mujeres que inician su carrera en la industria se estancan en su desarrollo profesional.

Por todo ello, se hace necesario seguir trabajando. Los retos quizás sean diferentes, y este año hemos organizamos un nuevo WIN en la Bienal, para pasar a la acción y, de la mano de los líderes de las empresas, debatir sobre qué más se puede hacer para tener más éxito. El programa propone cuatro desafíos: perspectiva, atracción, acción e impulso.

Con directivos y directivas, abordamos la manera en la que se pueden reducir brechas e incorporar la perspectiva de género en todas las políticas de la empresa, teniendo en cuenta el tamaño y su entorno cultural. También hablamos de la estrategia de comunicación para la atracción de talento, abordando el uso correcto de las redes sociales y analizando su influencia en el desarrollo de valores de igualdad y respeto en los jóvenes.

Y, finalmente, damos voz a los hombres, directores generales y CEOs, a los que queremos escuchar, entender cómo viven los procesos hacia la igualdad y qué papel consideran que deben asumir en este cambio social y cultural profundo. Pasar de ser meros espectadores a trabajar codo con codo por la eliminación de desigualdades en todos los aspectos de la sociedad es una tarea pendiente aún y que requiere generosidad y buenas dosis de pragmatismo.

Esperamos que este evento haya sumado fuerzas y sea parte del cambio para trabajar con determinación, inspirando y proponiendo herramientas que permitan a mujeres y hombres avanzar conjuntamente hacia un futuro más esperanzador.