Construcción industrializada
La edificación en cadena reduce los plazos y los costes de fabricación
Alberto Marín
Presidente de BUILD:IN
Domingo, 13 de julio 2025, 23:59
Dominique Perrault, diseñador de la villa olímpica de los Juegos de París 2024, o Carlo Ratti, arquitecto y comisario de la 19ª Exposición Internacional de ... Arquitectura de La Biennale di Venezia, coinciden en afirmar que la industrialización de la edificación es la vía para solucionar los desafíos sociales, climáticos y sectoriales actuales a los que se enfrenta el sector. Son solo algunos de los muchos expertos internacionales que defienden la industrialización de la construcción, una solución que va de la mano de la digitalización, la innovación y la sostenibilidad, y para la que nuestra industria, gracias a los años de trabajo desarrollados en este ámbito, está preparada no solo para implantar, sino también para liderar.
Pero ¿qué es la industrialización de la construcción? Consiste en la elaboración de viviendas en cadena en una fábrica o entorno industrial, donde se construirá la mayor parte del proyecto -en torno al 80%- y se dejará el resto, el montaje y el ensamblaje, para ejecutar sobre el terreno.
Esta construcción industrializada creará una nueva forma de construir con nuevos métodos basados en la digitalización y la innovación, con los siguientes beneficios para la industria: reducción de los plazos de hasta un 60% y, por tanto, de los costes de fabricación; aumento de la calidad de ejecución y menor generación de residuos y emisiones; en definitiva, un sector eficiente y sostenible. Además, todos estos factores harán más atractiva la industria de la construcción para la captación de nuevos profesionales, en una época en la que la falta de trabajadores es generalizada.
Es cierto que hay un largo camino por recorrer para la democratización de la construcción industrializada, pero es un reto necesario y repleto de oportunidades. Según datos aportados por el Clúster de la Edificación, la construcción industrializada sólo representa el 1,5% del total de viviendas en España, una cifra por debajo de países como Alemania o Suecia, donde este tipo de construcción es predominante y supone cerca del 10%.
Cabe recordar que la industria de la construcción es imprescindible para la humanidad desde su origen, ya que es la expresión del desarrollo y evolución de las civilizaciones al reflejar su tecnología, cultura y organización social. La construcción es una industria clave en cualquier sociedad, con un impacto significativo en aspectos como el desarrollo económico, el empleo, la planificación urbana y el bienestar de los ciudadanos.
Gracias a la construcción tenemos las ciudades y pueblos en los que residimos, los edificios en los que vivimos, las carreteras por las que circulamos, los puentes que nos unen, los hospitales que nos sanan y los colegios y universidades que forman el talento que impulsa el progreso económico y social. Por ello, es fundamental abordar de manera integral su implicación en la sociedad para garantizar un desarrollo sostenible y equitativo.
A lo largo de los siglos su evolución ha sido constante y ahora vuelve a estar inmersa en una nueva y profunda transformación, donde su industrialización sostenible es posible gracias a la innovación y la digitalización.
La necesidad de este cambio de paradigma viene a confirmarse con el lanzamiento de un PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) para impulsar la vivienda industrializada, anunciado recientemente y dotado con 1.300 millones de euros. Gracias a este proyecto se prevé construir 15.000 viviendas industrializadas anualmente y llegar a 20.000 viviendas en una década.
Este plan tiene tres objetivos clave: construir más y mejores viviendas, en plazos de tiempo más cortos y a precios asequibles. Esta línea de actuación coincide con la política industrial del Gobierno vasco, que apuesta por más industria, mejor industria y menos emisiones con el objetivo de desarrollar la transformación industrial del país.
En Euskadi, la industria de la construcción ya factura más de 10.700 millones de euros, lo que supone el 13% del PIB vasco, según recoge el informe socioeconómico y medioambiental del impacto de esta industria, elaborado por el Clúster vasco de la Construcción BUILD:INN en colaboración con PwC Consulting, y supera los 122.000 empleados.
Tenemos un tejido industrial fuerte y consolidado, con una cadena de valor completa que nos otorga una posición privilegiada para convertirnos en la punta de lanza de la construcción sostenible en Europa.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión