Tempus fugit
Las instituciones democráticas no están para ser utilizadas por los partidos, al menos no debiera ser así
Tempus fugit hace referencia al paso inevitable del tiempo. Significa 'el tiempo vuela' o 'el tiempo se escapa'. Me ha venido a la cabeza cuando ... escuchaba a la portavoz del Gobierno, investida en su tarea zen de tratar de convencernos de que la historia va de buenos y malos, inocentes y culpables, y que es una estupidez no creer en los peces de colores. Y aquí estamos, con los niños incorporándose a la enseñanza antes de que lo hagan quienes comandan el barco escorado del desgobierno, y los ciudadanos preguntándose qué es lo que esconde esta danza virtual dónde unos desaparecen, otros caminan como si tuvieran palmito de pasarela, y alguno se deja barba o se traga la indignación hasta que los hombros le llegan a las orejas. Tempus fugit… Me cuesta creer la prepotencia de esta izquierda que ha protagonizado páginas tan importantes y decisivas en este país, incluyendo el movimiento del 15-M.
Me cuesta aceptar que no expliquen que algunos creen que solo cabe una izquierda de estado, y que por lo tanto nos manden de nuevo a las urnas para hacer su trabajo amenazados. Sabemos que no se soportan y que, simplemente no acaban de aceptar que el multipartidismo es una realidad, y que hubo un tiempo en que a todos les interesaba el bien común, antes de que se centraran en su lucha de egos, temores y humillaciones. Tempus fugit. Cuando uno se asoma a la cima del mundo, además de la sobrecogedora grandiosidad que se siente, se suele pensar en las personas que te ayudaron a llegar arriba. Los políticos a los que votamos se miran al espejo arrogantes, practican pasos de funambulistas para seguir en el alambre, olvidando el daño que hacen, no ya a los presupuestos sino a la esperanza de poder confiar que tu voto es un sagrado privilegio para elegir tu trocito de libertad. Tempus fugit. Sería extraordinario que por un momento sufrieran una transposición y salieran de su tenaz pertenencia para legislar como lo que son; personas que con su trabajo sirven al ciudadano.
Si lo hicieran debiera haber una cláusula en el contrato que dijera que quien no acepta negociar con su adversario y viceversa, debería dejar de liderar su proyecto, y ocupar el último puesto de la lista de candidatos. Las instituciones democráticas no están para ser utilizadas por los partidos, al menos no debiera ser así. Tempus fugit. Aunque este verano, en el sur, la población haya estado aquejada de listeriosis, el Brexit amenace con mover los cimientos de Europa, o las gotas frías y los incendios hayan devastado parte del territorio, se me ocurre pensar que la pérdida más irreparable es la de todos los ciudadanos que van a quedarse en casa cuando se trate de elegir a representantes que apuesten por nuestra vida o simplemente por la suya. Tempus fugit.
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