Turnos y relevos
País Vasco ·
Incluso en las previsiones más optimistas, a Euskadi le faltan trabajadoresEn el País Vasco de 2036 faltará mano de obra. Lo advierte seriamente un informe de Laboral Kutxa y quiere uno pensar que en las ... salas de mando del país tampoco estarán llevándose las manos a la cabeza por la noticia inesperada. Quiero decir que ya escasea la mano de obra. La falta de médicos y sus curiosas derivadas son, por ejemplo, una noticia constante. Mientras tanto, Confebask a veces nos recuerda que faltan camareros y encofradores y a veces que lo que faltan son arquitectos de sistemas y analistas de datos. Por debajo del fenómeno, un hundimiento demográfico detectado seriamente hace décadas en informes equivalentes: primero se habló de 'transición demográfica'; después, más bien de 'invierno demográfico'. Dicho de otro modo, en el País Vasco lo que falta es gente. En concreto, gente joven y, si puede ser, sobradamente preparada.
Desde luego, cómo pasa el tiempo. ¿Recuerdan aquella generación a la que en un anuncio de los noventa se llamaba 'JASP'? En torno a 2036 cumplen todos los sesenta y cinco. Otra cosa es que se jubilen. El estudio de Laboral Kutxa establece que la «continuidad laboral de los trabajadores sénior» es una de las claves para mantener la economía y la calidad de vida del país. Las otras dos son atraer y retener inmigración y aumentar la productividad. Los expertos calculan varios escenarios y nos termina faltando mano de obra incluso en los optimistas. Hablando de optimismo, yo esperaba estar viviendo de las rentas nunca vistas generadas por la tecnología futurista, pero no en 2036, qué va: después de este verano.
No va a ser así y, entre la jubilación tardía, la gestión ejemplar de la inmigración y el aumento fulgurante de la productividad, tampoco es difícil intuir cuál es la palanca más sencilla de activar. La época nos expone a dos corrientes claras y contradictorias. Una tiene que ver con la idea virtuosa de trabajar menos y disfrutar más, con jubilarse en plena forma y lanzarse entonces a la aventura vital. Otra es la certeza enormemente extendida de que la edad de jubilación va a retrasarse cada vez más. A su lado aumenta la sospecha de que toda esa investigación en busca de la inmortalidad sea una trampa para que los contratos definitivos comiencen a serlo de veras cuanto antes.
Gaza
Doble yugo
Amnistía Internacional acusa a Hamás de aumentar la represión sobre la población gazatí y prohibirles ahora acercarse a la ayuda humanitaria que en algún momento tal vez empiece a repartirse con un mínimo de humanidad. Hamás sostiene que el reparto de alimentos es una forma de control de Israel. Netanyahu sostiene por su parte que dejar la ayuda en manos de agentes de seguridad privada es una forma de evitar que la comida termine bajo el control de Hamás. La población civil palestina sostiene platos vacíos en alto y simplemente se muere de hambre si tiene la suerte de no morir bajo las bombas. Su forma de estar entre la espada y la pared es vivir atrapada entre el Gobierno de Netanyahu y los milicianos de Hamás: dos grupos fanatizados que cifran su propia supervivencia en la guerra perpetua y gestionan fantasías de destrucción. Se trata de un destino singularmente atroz y desde marzo aumentan las protestas de los gazatíes contra los milicianos de Hamás, que por supuesto reprimen con dureza cualquier atisbo de disidencia. De todos los abandonos que la comunidad internacional está cometiendo en Gaza ninguno mayor que el que afecta a inocentes sometidos cruelmente a un doble yugo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.