Furia Nacional

En España los problemas con la institucionalidad generan vídeos con bailes regionales

La celebración del 12 de octubre fue bien. Quiero decir que no hubo heridos. Salvo en Vitoria, donde chocaron violentamente dos nostalgias patológicas necesitadas de ... atención. Pero en Madrid los actos oficiales fueron según lo previsto en un país con graves carencias de institucionalidad en la edad adulta. Por eso los insultos al presidente del Gobierno son una tradición y que el presidente huya de los periodistas otra. Por eso el líder del tercer partido de país no sabe cuál es su lugar, el lehendakari se ausenta porque la asimetría es el metro de platino iridiado del nacionalismo y la presidenta de Madrid carga contra el Gobierno a pie de desfile mientras el líder de su partido proclama que la Fiesta Nacional no es «de unos contra otros».

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Feijóo lo dijo en un vídeo lleno de bailes regionales en el que también reveló que España está… en los detalles. Ayer en Podemos reivindicaban el 15-M como fecha patria porque el 12-O hubo, claro, un genocidio. Y sin embargo no fue más cruel la Conquista que los vídeos que sacan los partidos cinco siglos después. Además de bailes regionales, el del PSOE alternaba al Pedro Sánchez más 'Black Mirror' posible con imágenes subliminales de bomberos, banderas palestinas y David Uclés, el joven escritor de infinitos sombreros que ha inventado el género preciso para lo de la memoria histórica: realismo mágico jienense. El presidente habló de orgullo y siempre es algo raro sentirlo por el lado patriótico. «No valoro especialmente la suerte de haber nacido entre alemanes», le leemos a Nietzsche en sus papeles póstumos. «Consideraría la vida con más satisfacción si fuese español». Será por los martillazos. Ayer se habló también del idioma que nos hermana con América y, para demostrar la armonía que genera el español, vamos a mandar a Perú a los directores del Cervantes y la Academia en plena trifulca inenarrable. Álvaro Pombo ha señalado a García Montero en la prensa: «Poeta agradablemente menor, pero faltón; chiquito pero faltón». Pombo fue el último invitado en saludar a los Reyes en la recepción de la fiesta nacional. Después de cargar contra el director del Cervantes, ancianísimo pero efervescente en su silla de ruedas, el insigne premio Cervantes parecía pasárselo bomba, como dándole la razón a Nietzsche.

  1. Venezuela

    Ayuda y desastre

Antes del viernes, la situación en Venezuela era tan tensa como difícil de entender. Estados Unidos llevaba un mes con un despliegue militar nada anecdótico frente a las costas del país caribeño. De vez en cuando, una embarcación que salía de Venezuela era destruida por las bravas en aguas internacionales y la Casa Blanca la identificaba como una narcolancha, situando la operación como parte de su guerra contra las drogas. El viernes sin embargo María Corina Machado ganó inesperadamente el Nobel de la Paz y eso la puso en contacto directo con Trump, que como quizá hayan oído ansiaba el premio. Al tanto de cómo funciona ahora mismo la geopolítica, la líder de la oposición venezolana no tardó en dorarle la píldora a Trump y llegó a decirle que el Nobel en realidad se lo merecía él. «Qué mujer más inteligente y justa», debió de pensar el presidente de los Estados Unidos al instante. Tras la conversación, Trump comenzó a decir que Venezuela está viviendo un gran desastre y que el país necesita mucha ayuda. La posibilidad de alguna clase de intervención estadounidense gana así enteros. También porque desde la órbita de Maduro parece insistirse demasiado en que saben que nada va a pasar.

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