Los chicos y las siglas
EBAU ·
Mañana más de trece mil estudiantes vascos comienzan la SelectividadLa EBAU es un fenómeno estacional que presagia el verano, coincide con Roland Garros y la costera del bonito y lo llena todo de nervios, ... aulas abarrotadas, peticiones en Change.org para que se anule algún examen y denuncias de transfobia en algún enunciado de Matemáticas II. Los alumnos vascos empiezan mañana los exámenes. Ellos no se presentan a la EBAU sino a la EAU, por lo que yo les recomiendo acudir con túnica, kufiya y barba postiza en plan emiratí. Los estudiantes de Galicia realizan la ABAU. En Madrid, Navarra y Aragón hacen la EvAU. En Andalucía se enfrentan como es lógico a la PEvAU. ¿Pero quién hace entonces la EBAU? Pues los asturianos, los cántabros, los riojanos y los canarios. En Cataluña hacen la PAU, que es como se llamó la prueba en toda España entre 2010 y 2017, lo que no impide que entonces y ahora todos hablemos de la Selectividad de siempre porque no hay ciudadano capaz de seguirle el ritmo a las autoridades en la generación del ACROBABO o acrónimo bastante bobo.
La Selectividad también incluye entre sus efectos inevitables las quejas por la diferente exigencia de las distintas pruebas autonómicas y también por las medias de Bachillerato hinchadas al parecer como si no hubiese un mañana. Como es lógico, la LOMLOE que sustituyó a la LOMCE probablemente porque se necesitaba una ley con una inicial más en la sigla no se ocupa de nada de esto pero prepara para el año próximo una Selectividad en la que, entre otras cosas, se valore más la madurez que la memoria. Ojalá en esa prueba triunfe el alumno que no recuerde en qué siglo se escribió el Quijote pero sea capaz de eludir el dato argumentando como una persona madura que las cosas no son blancas o negras y que en esta vida todo tiene solución menos la muerte.
Siempre llama la atención que, llegadas estas fechas, de la Selectividad se cuestionen con estruendo los detalles pero no tanto la esencia inamovible: lo peculiar de un sistema que emplea un año entero de la vida de los jóvenes en preparar una prueba que se resuelve después, a cara o cruz, en unas horas.
Bildu
Abertzales y cubistas
Arnaldo Otegi apareció ayer frente a unas fotos muy grandes: Franco con Mussolini, Abascal con Netanyahu, Milei con la motosierra y perspectivas de Gernika y Gaza bombardeadas. Eso es: alguien en Bildu ha pensado que poner a Otegi a posar delante de edificios reducidos a escombros es buena idea. Fue desde ahí desde donde Otegi dio la bienvenida al antifascismo. Y desde ahí aseguró que Bildu va a hacer «un Gernika con arte político, depositando el voto en la urna». Y después invitó al PNV a compartir lista en las europeas -¡y en las generales!- con ellos y con ERC y con la izquierda confederal y con Junts… La jugada, tan aparatosa, hizo pensar en que los estrategas ya ni miden. No distinguen entre la audacia y su parodia. Y, aun así, nada peor que lo del Gernika, tan rebosante de cursilería y simbolismo preescolar. «Hay un pueblo que va a pintar ese cuadro con arte político», insistió Otegi. ¿Y eso cómo se hará? ¿Cómo vota uno para pintar por ejemplo la flecha famosa bajo el culo del caballo? Ojalá haya que presentarse en el colegio electoral descalzo y con camiseta marinera y pedir que no se lea el nombre de tu DNI, sino otro que tú revelas por motivos antifascistas: Pablo Ruiz Votasso.
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