Alianza y culebrón
Municipales ·
El PNV no contempla que Bildu presida Eudel mientras la Alcaldía de Bermeo sigue en el airePara seguir la cosa política hay tener actualizada la lista de ocurrencias. En caso contrario, no te enteras. Arnaldo Otegi lleva semanas llamando a PNV, ... PSE y PP la «Santa Alianza» y la referencia es confusa. No solo porque hace pensar en que Iturgaiz pudiese ser Metternich, sino porque hace pensar en que Otegi no se considera un recio ejemplar de tradicionalista guipuzcoano, sino una suerte de héroe bonapartista. Como la idea es que los tres partidos rivales han unido fuerzas para quitarle a Bildu alguna que otra alcaldía importante, habría bastado con llamarlos el 'Trifatxito'. Es que el historicismo no funciona. Y va a ser un lío si tras el 28-J Otegi empieza a definir la situación probablemente endiablada como el avance pechenego en Arcadiópolis.
Dicho esto, vayamos con Eudel, que también hay lío. Bildu considera que debe presidir la asociación de municipios porque es la fuerza que más concejales obtuvo en las pasadas elecciones. El PNV dice que ni de broma, ya que no se trata de concejales sino de representación: no hay los mismos votos tras el edil de una ciudad que tras el de un pueblo. En esos términos aún gana el PNV, que quiere presidir Eudel y acordar una lista de unidad. Cierto que lo de la representación Bildu nunca lo ha entendido. Recuerden aquella Udalbiltza, «primera institución nacional vasca», que quería sustituir al Parlamento y que arrancaba así su documento fundacional: «El pueblo vasco ha forjado su historia a lo largo de un complicado proceso milenario». A veces parece que de estas cosas solo me acuerdo yo. Pero cómo olvidarlo. ¿Qué tal el proceso milenario? Complicado, chico. Complicado.
Mientras vemos si se impone la ponderación en Eudel, solo queda Bermeo para cerrar el capítulo de las municipales. Allí fue investido alcalde el candidato de Bildu, pero chocó a las pocas horas con un contrapoder en forma de alcoholímetro. Bildu quiere que la nueva alcaldesa sea la número dos de su lista, pero sus socios de la agrupación independiente Guzan se han quedado al mando en plan interino e igual le cogen gusto. Bildu les pide que no hagan del asunto «un culebrón». Pero yo les entiendo. Estarán viendo que no sería muy difícil hacerlo mejor. «Más de un fin de semana», se dirán, «aguantamos fácil sin tener que dimitir».
28-J
Bromistas
Frivolidad, sintaxis infernal y alguna que otra falta de ortografía. Es sin duda lo que espera uno del primer partido de la oposición a la hora de negociar por escrito los debates electorales. Solo puede considerarse un vacile, lo que los jóvenes llaman una 'padreada', esa carta en la que González Pons le ofrece al PSOE un único cara a cara entre Feijóo y Sánchez, siempre que en el Gobierno se aclaren con el lío que tienen y consigan su «objetivo» de dejar fuera a Yolanda Díaz. Al instante, la vicepresidenta dice que quiere sumar su cara al cara a cara y el PSOE, claro, rechaza el debate a tres. Cabe imaginar que los partidos terminarán acordando una serie variada y suficiente de debates, pero sorprende el alarde del PP, que debe de ver un futuro luminoso donde los demás solo vemos montones de problemas. También puede ser que no vean que hay algo peor que no ganar unas elecciones: encargarte tú mismo de perderlas.
Macron
Trago largo
Está Macron en algo del rugby y no se le ocurre otra cosa que beberse de un trago un botellín de cerveza. Diecinueve segundos tardó. No parece una actitud muy presidencial, pero la crítica está siendo desproporcionada. Le acusan de arruinar décadas de políticas contra el consumo de alcohol y de exhibir una masculinidad agresiva y tóxica. La censura funciona ya como un resorte. Y, además de muy pesado, es improbable. Quiero decir que no puede ser que todo sea siempre para tanto. Pero si Macron ni siquiera se rompió el botellín vacío en la cabeza.
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