Borrar

El órdago

Lunes, 11 de noviembre 2019, 01:31

Comenta

Si la repetición de las elecciones y el mínimo refuerzo de la suma PSOE-PP sirviera al final para tender puentes entre socialistas y el ... centro derecha; o para que el populismo de Pablo Casado siguiera curtiéndose en la oposición antes de jugar a repartirse ministerios y las fuerzas constitucionalistas afrontaran los próximos cuatro años con la cohesión que requiere el acoso a la unidad nacional y al régimen de monarquía parlamentaria, entonces, el arriesgado órdago de Pedro Sánchez habría servido para algo. Pero el aprendiz de brujo ha jugado irresponsablemente con la sociología electoral y con la química de las emociones. Y los resultados han hecho crujir las cuadernas del barco nacional. Los guiños a la plurinacionalidad, sus concesiones y promesas a los partidos regionales o nacionalistas, han despertado una alocada carrera identitaria en el mapa peninsular. Siguen subiendo en el País Vasco los nacionalistas del PNV y los 'bildus' de Otegi; aparecen por el Congreso los nacionalistas gallegos y los localistas de Teruel. Y siguen reforzados canarios, baleares y cántabros. Barra libre para la subasta. ¿Que hay de lo mío?, como máxima expresión de la política de Estado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El órdago

El órdago