Generar confianza
Furgón de cola ·
La Agencia Europea del Medicamento autoriza el uso de AstraZeneca sin límites de edadPablo Martínez Zarracina
Jueves, 11 de marzo 2021, 23:59
No fue ayer el mejor día para vacunarse con AstraZeneca. Dinamarca, Noruega e Islandia pararon la administración de la vacuna para investigar algunos casos de ... trombosis. En Austria, Italia, Luxemburgo y otros tres países europeos lo que se hizo fue apartar un lote en concreto del fármaco por razones similares.
Al mismo tiempo, la Agencia Europea del Medicamento dio el visto bueno a que la vacuna de AstraZeneca se aplique a personas de cualquier edad y no solo a menores de 55 años. Las evidencias que se acumulan a medida que avanza la vacunación indican que la vacuna es incluso más eficaz que la de Pfizer y Moderna en personas de edad avanzada. Sin embargo, la ministra de Sanidad anunció ayer que en España va a aplicarse un «criterio de prudencia» y por ahora seguirá vacunándose con AstraZeneca solo a menores de 55 años. Es probable que a estas alturas del artículo usted prefiera vacunarse con Johnson & Johnson, que tiene pinta además de dejarte suave el pelo.
«Un mensaje de tranquilidad y máxima vigilancia». Fue lo que lanzó después la ministra Darias en la comisión de Sanidad del Congreso. Y está bien, pero no deja de ser asombroso que, hoy que la política española está entregada a la comunicación de un modo obsesivo, no se sea capaz de comunicar con más contundencia cuando lo que está en juego es la tranquilidad de la gente. Me refiero a que tampoco sigue el país las comisiones parlamentarias como si fuesen partidos de la Champions. Y a que hoy habrá quien tiene cita para ser vacunado con AstraZeneca y merece que las máximas y más reconocibles autoridades salgan a decirle que todas las vacunas que se aplican son completamente seguras. También a explicar cómo funciona el principio de prudencia en términos científicos y cómo su aplicación no demuestra el error, sino el virtuosismo del sistema. O cómo a uno puede pasarle cualquier cosa tras ponerse una vacuna sin que quiera decir que la vacuna sea la causa de lo ocurrido. Alguien que salga, en fin, para que no quede una casa en el país a la que no llegue el mensaje de que la vacunación funciona y nos va a sacar de esta. Y para ahorrarnos de paso el espectáculo que se ve siempre en días como el de ayer: el revuelo fúnebre, ventajista y fanático de los antivacunas.
WiNDSOR
Color púrpura
Lo de los Windsor avanza desde el 'show' de Oprah hacia el de Jerry Springer, que es ese en el que los invitados ya se dan de tortas. Ayer el príncipe Guillermo dijo que la suya no es una familia racista. Pudo haber añadido que la prueba era que su hermano, un producto de esa familia, se había casado con Meghan Markle, una persona levemente de color. También podría haber añadido que es extraño refugiarse del racismo en Estados Unidos, un país donde los columnistas del 'New York Times' detectan odio racial hasta en los dibujos de Speedy González. Estaría bien saber cómo trata Meghan Markle al jardinero mexicano. Otra cosa es que los Windsor estén acostumbrados a que a su alrededor la gente sea muy blanca. Y se ponga púrpura con los cócteles. «¿Y de qué exótico rincón del mundo proviene usted?», le preguntó en una recepción Felipe de Edimburgo a un invitado negro que no solo era de Birmingham, sino que era además político tory, lord y evasor fiscal. El triple combo nacional, como quien dice.
CATALUÑA
Fuga de vuelta
Lo peor de pertenecer a un grupo oprimido es que tienes un opresor. Lo segundo peor es que perteneces a un grupo que antes o después va a oprimirte igualmente. Lo anoto por darle soporte teórico a lo de Meritxell Serret, exconsejera de la Generalitat escasamente oprimida pero fugada con Puigdemont, que ayer se presentó por sorpresa en el Tribunal Supremo y se fue a ver al juez Llarena. La alegría que debió de llevarse el juez. Normal que pusiese a Serret en libertad y la citase para el día 8, pidiéndole que dejase por favor una dirección y un teléfono. El trato que se les da a los disidentes en las dictaduras es inhumano. El 8 de abril es jueves. Acertó Pablo Iglesias al igualar a los fugados catalanes con los exiliados republicanos. Indalecio Prieto sabía que, si regresaba a Madrid en 1945, lo mismo lo citaban un jueves en el juzgado y le partían la semana en dos. En Bruselas ignoraban el regreso de la exconsejera, que es la única fugada belga que no tiene a Gonzalo Boyé como abogado. De ser ella, yo le preguntaría al sanedrín procesista que a ver por qué en medio de tanta fantasía no va a poder uno seguir estando exiliado, pero desde Cataluña, que es más cómodo.
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