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Ernesto Cardenal, místico y revolucionario

Padeció el envilecimiento del sandinismo y sufrió con una política vaticana que sofocó y reprimió la riquísima dinámica de la Iglesia latinoamericana

Martes, 3 de marzo 2020, 00:05

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El día primero de marzo, a los 95 años, falleció Ernesto Cardenal, de conocida familia nicaragüense, revolucionario, monje, sacerdote, poeta, ministro de Cultura del Gobierno ... sandinista de 1979 a 1984. Irrepetible y también inconfundible con su boina negra bien calada sobre una blanca cabellera, que se prolongaba con una espesa barba, camisa blanca, sandalias sin calcetines. Una imagen quedó grabada para la historia: la de Juan Pablo II a su llegada a Managua el 4 de marzo de 1984, con todo el Gobierno sandinista esperándole para saludarle. Cuando llegó a la altura de Ernesto, ministro de Cultura, éste hincó la rodilla en tierra y quiso tomar su mano para besarla, pero Wojtyla la retiró bruscamente y con el rostro airado y el índice de su mano amenazante le dijo: «Antes tiene que reconciliarse con la Iglesia». El mismo Juan Pablo II que no tuvo empacho en fotografiarse repetidamente en Chile con Pinochet, bendiciendo al pueblo desde el balcón del Palacio de la Moneda con el dictador a su lado.

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