Seguridad sin falsa confianza
Editorial ·
La extensión del pasaporte covid debe ir acompañada de un esfuerzo colectivo en el cumplimiento de las medidas preventivasel correo
Miércoles, 15 de diciembre 2021, 00:01
Desde los prolegómenos de la sexta ola, Euskadi se mantiene en cabeza de los contagios en España, solo superada por Navarra. Esa situación no se ... corresponde con las restricciones vigentes hasta ahora, sustancialmente inferiores a las de comunidades con datos sanitarios mucho mejores. Un hecho que no cabe atribuir solo al criterio más restrictivo de los jueces al autorizar limitaciones de derechos -algo que resulta innegable-, sino a que el Gobierno vasco ha reaccionado con mayor tardanza y menor contundencia que los de otras autonomías pese a que la evolución de la pandemia parecía aconsejar lo contrario. La ampliación de la exigencia del pasaporte covid a toda la hostelería, hospitales, gimnasios y actos en locales cerrados, solicitada el pasado viernes y avalada ayer por el Tribunal Superior, es una buena prueba de ello: varias regiones aplican desde hace días medidas similares no porque las necesiten más que el País Vasco, sino porque las reclamaron con anterioridad. La Sala de lo Contencioso-Administrativo ha desestimado esa fórmula en los recintos deportivos al aire libre.
Con la transmisión del virus en su nivel más alto, sin indicio alguno de que esté a punto de tocar techo y la presión hospitalaria al alza, no admite duda la urgencia de actuar para contener las infecciones. Máxime en puertas de las fiestas navideñas y cuando la variante ómicron ya circula por Euskadi. Reclamar el certificado de vacunación en buena parte de las actividades sociales aportará un plus de seguridad y, además, favorecerá la inmunización de la minoría que aún no ha dado ese paso. Cabe esperar que la iniciativa, junto a los pinchazos a los niños de entre 5 y 11 años a partir de hoy y la progresiva administración de la tercera dosis, ayude a revertir la desbocada expansión del covid sin tener que recurrir a acciones más drásticas.
Pero constituiría un craso error confundir la generalización del documento -una tarea que solo será eficaz con una activa implicación de la hostelería y los demás sectores afectados- con una barrera inexpugnable frente a los contagios. No solo porque poseerlo no garantiza estar libre del virus cuando se exhibe, sino porque en modo alguno exime del escrupuloso cumplimiento de las medidas preventivas en vigor, cuya relajación no es ajena al empeoramiento de los datos. La sociedad vasca sigue llamada a un esfuerzo colectivo, que es el camino más seguro para recuperar cuanto antes la anhelada normalidad.
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