Presidencia europeísta

España asumió la presidencia rotatoria del Consejo de Ministros de la UE con la reunión de Pedro Sánchez y Volodímir Zelenski en un país bombardeado ... a diario por el régimen de Putin. Un gesto relevante e ineludible que recuerda el objetivo número uno del semestre, asegurar que la autocracia rusa no dificulte el progreso y la cohesión de la Europa libre, partiendo de la defensa y reconstrucción de Ucrania. Cobrará especial importancia la agenda referida a los asuntos energéticos y de autonomía estratégica. Aunque hay una meta implícita en la presidencia de turno, la promoción del europeísmo y sus valores. Empezando por España, donde será crucial que ni la celebración de elecciones ni la eventualidad de que cambie el signo del Gobierno alteren o devalúen las prioridades de la Unión. Ni las citas comunitarias previstas hasta el día 23 en distintas ciudades españolas ni la comparecencia del presidente ante la Cámara de Estrasburgo el día 13 deberían verse ensombrecidas por la pugna partidista. Es hora de que no quede duda alguna sobre las coincidencias entre Sánchez y Núñez Feijóo respecto a una Europa sobre la que España no debería proyectar su polarización doméstica.