Catástrofe africana

En unos momentos en los que el mundo desarrollado lidia con las consecuencias de graves crisis encadenadas, ¿qué puede esperar África? Cuando los Estados occidentales ... ven dispararse su deuda en el desafío de apoyar a ciudadanos y empresas para combatir los efectos de una inflación desconocida en décadas, ¿qué queda para los africanos? Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias ni siquiera alcanzan a cubrir un tercio de las necesidades de ayuda a países que a sus dificultades históricas suman ahora la devastación del cambio climático en forma de sequía severa, pérdida de cultivos y ganado. Millones de personas en zonas especialmente afectadas como el Cuerno de África o el Sahel pierden sus medios de subsistencia, ven deteriorada su salud o directamente afrontan la amenaza del hambre. Un turbio caldo de cultivo en el que solo medran la corrupción de los dirigentes locales y los grupos armados. Resulta comprensible la frustración de las ONG cuando critican que el continente no puede competir con otros focos por la atención y los donantes. Pero no se puede ignorar que, ahora mismo, ayudar a Ucrania a terminar con el bloqueo de sus cereales también es apoyar a África.