EL DERECHO A DECIDIR
Sólo es el presidente Sánchez, que lo es con cincuenta y dos votos menos que el partido que quedó por delante, quien tiene derecho a tomar la difícil tarea de decidir, que siempre es renunciar a otras opciones que no sabemos si son válidas o han dejado de serlo, porque nunca se han llevado a la práctica por miedo al miedo. El implacable Quim Torra ha coincidido con los Mossos mientras el Gobierno catalán apoya la protesta callejera contra el Consejo de Ministros del próximo día 21 en Barcelona. Todo está al caer, pero no acaban de caer en la cuenta, ya que no depende de nosotros, sino de los contables.
Se trata, nada menos, que de formar Gobierno en Andalucía y Pedro Sánchez prestará otros 25.000 millones a las comunidades para que puedan pagar sus facturas atrasadas. Ya sabemos que el dinero únicamente importa a los que piensan pagar sus deudas, pero es España la que está en deuda con ella misma. Todo queda en casa, pero no hay una casa común porque la varia España se ha hecho distinta y lo que es diversidad se ha vuelto hostilidad. El presidente Sánchez está obligado a tomar decisiones antes de que lo que llamamos pueblo lo llame a irse con voz destemplada, pero perfectamente audible.
Todo son porcentajes mientras la mitad de los votantes de Podemos-IU no han optado por Adelante Andalucía y la dejan que corra su suerte al mismo tiempo que se quejan de ella y el llamado 'Gobierno catalán' apoya la protesta callejera contra el Consejo de Ministros. En eso estamos y seguiremos estando hasta que no haya unas nuevas elecciones generales, pero los que las temen son los mismos que las desean por otro procedimiento. A eso le llamamos 'derecho a decidir'.