déficit europeo
Las malas tácticas políticas empiezan a advertirse cuando parecían no sólo buenas sino necesarias e imprescindibles. No hay mal que por otro mal venga y las palabras del 'president' catalán Torra han sido la famosa excepción que confirma la regla en vez de perturbarla, como hace siempre. Hace unos días salió en ardorosa defensa de la llamada «vía eslovena», pero ahora ha perdido apoyo incluso dentro del independentismo, que sigue siendo «una manía de primates». En primer lugar vino el gran lío de los Mossos y después llegó todo lo demás, por su orden y desconcierto. Ahora, que el conocido como «asunto catalán» está peor de lo que nunca estuvo desde la también celebérrima «semana trágica», no sabemos a qué atenernos, como no sea a las consecuencias. Tampoco sabemos si todo empezó con la irrupción de Podemos, pero estamos llenos de sospechas de que puede acabar muy mal.
El presidente del Eurogrupo, que es portugués, cree que es primordial también evitar la violencia. Nos conoce bien y sabe que cuando se dispara hacemos puntería en nosotros mismos. Acaso por eso, Ciudadanos apoye el 69 por ciento de los decretos de Pedro Sánchez. Mientras ocurre esto, también los presos del 'procés' llaman a impedir las protestas que anuncian los radicales. Desean que las protestas sean pacíficas y cívicas, como si no fueran todos ni catalanes ni españoles, que ambos linajes son españoles de pura cepa. Mientras llegan las elecciones generales hay que seguir tirando, pero sin dejar de tirar del carro, porque es España cosa nuestra. Y es mucha cosa.