

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
El Papa Francisco está muerto. La gente puede acudir a la Basílica de San Pedro a comprobarlo, a despedirse, a rendirle un último homenaje, a ... rezar por él. O a pedirle que rece por ellos, pues suponemos que quienes pasan ante su cuerpo son personas de fe (católica) y no olvidan que Francisco eligió el Lunes de Pascua para morirse, es decir, según su fe, para resucitar. Desde el lunes se han sucedido las noticias, los reportajes y las cábalas: en cuanto muere un rey se empieza a hablar del siguiente rey, pero cuando muere un Papa se empieza a hablar del posible sucesor, de la lista de papables, de las intrigas vaticanas y de las profecías de Nostradamus. Hoy, día del libro, seguramente se hablará de Bergoglio y la literatura, pues mucho antes de ser Papa, antes incluso de ser ordenado, fue profesor de literatura en su Argentina natal y un buen día del año 65 llevó a Borges a su clase para que impartiera un seminario sobre el 'Martín Fierro' de José Hernández.
Todos los papas han escrito bulas, epístolas, encíclicas, pastorales, exhortaciones… Algunos publicaron textos que marcaron una época, como la encíclica 'Rerum Novarum' de León XIII o la infausta bula de Inocencio VIII de finales de la Edad Media, la 'Summis Desiderantes Affectibus', que dio comienzo a la caza de brujas y a infinidad de crímenes cometidos en nombre de la fe. Otros pontífices tienen una importante obra pastoral y teológica, como Gregorio I, que pertenece a los primeros tiempos de la Iglesia, y Benedicto XVI, que pertenece a los últimos. Pío II, es decir, Enea Silvio Piccolomini, hombre del Renacimiento, fue escritor antes que Papa, y nos dejó sus 'Comentarios', que es una obra autobiográfica, como la autobiografía que nos deja Francisco, pero de estilo muy diferente.
Pío II tiene una vida muy de Papa de su tiempo, de esas que le quitan la fe a cualquiera o le empujan al protestantismo. Hay un abismo de tiempo entre él y el Papa Francisco, pero también otras diferencias notables. La diferencia de estilo no se da solamente en la escritura. El estilo es el hombre. Con los papas que vivían sumergidos en el poder de este mundo, cargados de joyas y de cosas peores, la Iglesia se alejaba del cristianismo. Entre los papas que se han esforzado por guiar la maquinaria de la Iglesia hacia el espíritu del cristianismo (suponemos que hacia el Espíritu) Francisco ha sido seguramente el más notable, el más valiente, el que más ha predicado con el ejemplo. En la web de la Prensa Vaticana se puede leer su 'Carta sobre el papel de la literatura en la formación', que se publicó en agosto del año pasado. Y la historia de su vida contada por él mismo y titulada, muy cristianamente, 'Esperanza', es un testimonio y una obra literaria escrita para todo el mundo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.