La Generalitat de Cataluña está haciendo verdaderos esfuerzos para hacer frente a los 4,5 millones de euros que el Tribunal de Cuentas exige como ... fianza a cerca de cuarenta dirigentes independentistas. Primero se dirigieron a los bancos pidiéndoles que adelantaran el dinero y que luego la Generalitat, mediante un decreto, gestionaría cómo afrontar la deuda. Pero los bancos dieron la callada por respuesta, así que había que buscar el aval en el dinero público, y se dirigieron al Instituto Catalán de Finanzas (organismo de la Generalitat) pues lo que está descartado es que corran a cargo de los bienes personales de los implicados.
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Me reconocerán que los juristas tienen un trabajo abrumador, por no hablar de la prensa, que va levantando acta de los pronunciamientos y rectificaciones de los dirigentes políticos, como para que nos hagamos idea de cómo pueden retorcerse las leyes hasta olvidarlas. Algunos ciudadanos agradecemos a la justicia que la opacidad de los movimientos de los políticos enmarañando el debe y el haber de la honestidad no salga impune. Pero hay que ver las dificultades administrativas que tenemos los que no somos expertos en política para entender esta dinámica tan arraigada de que el dinero de los contribuyentes se administra como a los gestores de turno les venga en gana. Si por nosotros fuera perderíamos todas las batallas, simplemente por agotamiento, pero ahí están los tribunales, sometidos al desgaste, al abuso de los decretos leyes y al empeño en no negociar. En cuestión de fianzas, lo mismo da que se trate del productor Moreno que de los independentistas que vendieron la leche antes de ordeñar la vaca.
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