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Ayer fue el Blue Monday, Lutxo. Ya sabes, el tercer lunes de enero, el día más deprimente del año. Y casualmente hoy se inicia una ... nueva época, me temo. O una nueva era, llámala como quieras. Hoy es el primer día de algo. No sabemos muy bien cómo será ese algo, pero pronto lo veremos. No obstante, claro, cada cual carga con su propio saco de sospechas. En todo caso, si estás aterrorizado por el futuro distópico que se avecina y me permites darte un consejo muy sencillo, yo te recomendaría que no te angustiaras demasiado. Porque, si lo haces, tu alma se arrugará como un trapo mojado. Y eso no ayuda. Así que, con tu permiso, voy a adjuntar aquí algunos buenos consejos de carácter general para este próximo año de máxima expectación e intriga asegurada que empieza ya.
El primero es el de siempre, esto es básico: no insultes nunca a tu madre, porque insultar a una madre ha estado mal en todas las épocas. Segundo: tampoco te quejes siempre de todo, la gente que se queja de todo resulta muy desagradable y muchos no se dan cuenta de que lo hacen porque nadie se lo ha dicho amablemente. Tercero: piensa también que la verdad está en crisis y que te va a bombardear con toda clase de bulos y lemas tendenciosos un día tras otro. Cuarto: en lo referente a la nutrición, tienes que ingerir menos porquerías industriales grasosaturadas, de todo tipo. Incluidas las porquerías visuales que te entran por la vista. Piensa que, a la gente que no se informa bien, se la suele atacar con imágenes burdas. Tienes que ser consciente de ello e intentar protegerte de la tremenda ola de desinformación que inunda el planeta. Es muy importante, en efecto, ejercitar los músculos e hidratarse bien, pero sin descuidar el cerebro, te lo digo muy en serio: hidrata y ejercita tu cerebro.
Y por último: mantén la calma, sé amable, trata bien a los vecinos, no pierdas la alegría, todo esto es elemental. Da las gracias y acéptalas con humildad cuando te las den a ti. No caigas en la tentación de imaginar que, por el mero hecho de que seas muy listo o muy lista, eres mejor que los demás, porque te lo puedes acabar creyendo y eso intoxicaría tu ego y ya sabes que los egos tóxicos hoy en día apestan (a no ser que alcancen la presidencia de los Estados Unidos, naturalmente). No permitas que el odio que viene te envenene los pensamientos, no permitas que el miedo te robe la bondad. No hay logro humano superior a la bondad, Lutxo, viejo amigo. Y recuerda que la belleza la tienes siempre ahí, a tu alcance: ante los ojos. Porque la belleza verdadera no se esconde. Está ahí, todo el tiempo. Y verla es cosa tuya.
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