Borrar
Vehículos blindados israelíes durante su incursión en el norte de la Franja de Gaza. Reuters

Compasión

Sábado, 28 de octubre 2023, 23:57

Comenta

Esta semana parecía inminente la invasión terrestre de Gaza por las fuerzas israelíes, luego el ruido incómodo de las naciones apelando a la «compasión» y ... la intermediación de Qatar frenaron, o más bien aplazaron, lo inevitable. El jueves y el viernes los tanques avanzaron un trecho sin que el material humanitario hubiera podido llegar a donde se necesitaba. Había demasiada ira y se sabe que es un sentimiento casi imposible de ocultar. La ira deshace a su paso cualquier simiente de solución. Esa ira representa esos platos que se estrellan contra la pared, el puñetazo incomprensible en la disputa por un aparcamiento o el ojo morado en la mujer a la que se le juró respeto eterno. Hamás expresó su ira matando y haciendo rehenes a los que juzgaba causa de su desdicha e Israel volvió a hacerlo bombardeando una tierra sin esperanza y colocando en las fronteras un ejército armado hasta los dientes. Apelar a la compasión, que la RAE describe como «un sentimiento de pena, ternura y de identificación ante los males de los demás», no me parece que tenga sitio entre los agraviados. Netanyahu ya ha dicho que asumirá o rendirá cuentas por los errores que permitieron la incursión de Hamás y ha añadido que su objetivo es traer de vuelta a los rehenes. A estas alturas, el sueño final de la paz se ha reducido a escombros. El escenario geopolítico ha cambiado. La espalda de las Naciones Unidas es tan ancha como un frontón donde pueden permanecer conflictos sin resolver durante lustros. A Israel no le han gustado las declaraciones de su secretario general, pero qué decir cuando existen los vetos que prolongan la agonía.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Compasión

Compasión